Filosofía

La Ilustración

Publicado por Malena

la ilustración

La ilustración es un movimiento histórico político y filosófico, que influye en todas las áreas del conocimiento humano y que se expande en Europa en el siglo XVIII; y se incorpora al pensamiento de las clases cultas y entre los burgueses que ascienden.

La base es la luz de la razón y la libertad, que hacen posible el progreso, mejora el bienestar de los seres humanos y los libera de la ignorancia y de las creencias religiosas; y la ciencia y la tecnología son los instrumentos necesarios para transformar el mundo.

En política aparece el despotismo ilustrado, en economía triunfa el capitalismo y en el arte el neoclasicismo.

La ilustración es contraria a los métodos filosóficos que proponen una metafísica dogmática, al poder eclesiástico y a los gobiernos opresores.

El espíritu de ese momento es el valor del conocimiento y los derechos naturales del hombre.

La lucha contra los prejuicios impuestos por los dogmas se extiende por Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Rusia y Portugal, liderando este movimiento otros sistemas filosóficos.

La verdad es producto de la razón y no de la tradición. De alguna manera, este concepto tiene una intención destructiva de todo sistema anterior, principalmente de la Iglesia.

Voltaire es la figura más destacada de este movimiento, férreo opositor de la Iglesia como institución, por ser contraria a la razón.

Aunque esta es la actitud que prevalece, existe una amplia gama de tendencias relacionadas con la religión.

Voltaire es un deísta (la razón de los ilustrados), no ateo, pero se opone al poder eclesiástico, mientras otros filósofos directamente se declaran ateos.

La espiritualidad abre el camino hacia la liberación de las religiones institucionalizadas, que se comienza a mirar con escepticismo.

El deísmo, acepta la idea de una religión natural y racional, asociada a una moral laica no revelada que respete la tolerancia y la libertad.

Los deístas creen en Dios, en la creación y en el orden del mundo físico y en la vida futura, pero no aceptan las instituciones religiosas, los rituales o los relatos sagrados, porque consideran que la intención es mantener oprimida a la gente por el temor, debido a la ignorancia.

Los creyentes suponen que esa forma de pensar puede provocar la pérdida de los valores tradicionales y morales de la sociedad, que efectivamente en tiempos de la revolución termina profanando la catedral de Notre Dame.

La oposición a la Iglesia de los ilustrados radica en el hecho de considerarla una institución basada en el miedo y la ignorancia, factores que impiden el progreso intelectual, en lugar de que el mundo comprenda la necesidad de una moral auténtica.

Aunque la crítica y la razón predominan en el pensamiento del siglo XVIII, no faltan los sentimientos ni las pasiones.

Muchos filósofos coinciden en que el motor del hombre es la pasión más que la razón. Hume por ejemplo, piensa que el fundamento de la vida moral es el sentimiento.

Luc de Clapiers, marqués de Vauvenargues (1715-1747), amigo de Voltaire, en su obra “Introducción al Conocimiento del Espíritu Humano”, estudia las cualidades de los hombres, que según su criterio son diferentes en todos. El genio por ejemplo, es el producto de la cantidad de cualidades independientes que tiene un espíritu determinado.

Para Vauvenargues, las pasiones surgen en base al placer y al dolor en función a la tendencia hacia el amor a la perfección o a la imperfección del Ser; y de esa unión nace la amistad o la melancolía.

El mal moral tiende al bien, si el interés personal se adapta al bien general. El virtuoso será quien prefiera el bien general antes que el personal y el vicioso el que priorice el propio interés al bien público. Para Vauvenargues, el sentimiento y la pasión preceden a la reflexión.

Tanto Voltaire como Pierre Louis Moreau de Mauportuis (1698-1759) piensan que la existencia de Dios es demostrable.

Maupertuis por su parte, defiende las causas finales de las leyes de la naturaleza, otorgándoles una aplicación universal al reconocer a un Dios omnisciente; y niega la conclusión de Decartes que separa la inteligencia de la materia.

Maupertuis publica en 1750 el “Ensayo de cosmología” y es considerado uno de los filósofos materialistas de la Ilustración francesa.

Fuente: Colección Grandes Pensadores, Rousseau, Vida, Pensamiento y Obra, Ed. Planeta DeAgostini, 2007.