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El atomismo lógico

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Filosofía del atomismo lógicoEl atomismo lógico es la concepción metafísica según la cual la sustancia última del mundo son átomos lógicos, esto es motas de color, sonidos, sabores, relaciones, etc. junto con los hechos compuestos de átomos lógicos. Esta posiciíon fue defendida sobre todo por Bertrand Russell, a partir del modo en el que él mismo entendió el Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein. Se trata de una apuesta filosófica sobre la estructura y composición de la realidad. Este tipo de teorías se han sucedido a lo largo de la historia de la filosofía. El atomismo lógico es, en este sentido, un tipo de atomismo. En efecto, en la antigüedad ya se defendió un atomismo material y Hume defendió un atomismo psicológico.

El nombre de atomismo lógico se lo puso a esta concepción Bertrand Russell, quien pensaba que estos átomos compartían las mismas características lógicas que las sustancias, aunque no tendrían las mismas características metafísicas. Los átomos lógicos se descubren a través del análisis lógico. Por ejemplo, si pensamos en la Gran Vía de Madrid nos daremos cuenta que es un compuesto de direntes átomos lógicos. Todo lo que digamos sobre la Gran Vía se refiere, en realidad, a sus constituyentes simples. Un hecho complejo está compuesto por hechos atómicos. El hecho complejo de que «Juan y Pedro están en el campo» está compuesto por los hechos simples de que «Juan está en el campo» y «Pedro está en el campo».

Además de Russell y Wittgenstein, otros filósofos como Alfred North Whitehead y Bertrand Russell también han contribuido a la evolución del atomismo lógico. Whitehead, por ejemplo, propuso una versión del atomismo lógico que se centraba en los «eventos» en lugar de en los «objetos». Según él, los eventos son los bloques de construcción fundamentales de la realidad y son irreductibles a cualquier otra cosa. Esta idea ha tenido una gran influencia en la física moderna, especialmente en la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

El atomismo lógico también ha tenido un impacto significativo en otras áreas de la filosofía. En la filosofía del lenguaje, por ejemplo, ha influido en la idea de que las oraciones son compuestas de palabras que representan objetos individuales y que las relaciones entre estas palabras reflejan las relaciones entre los objetos que representan. Esta idea ha sido fundamental para el desarrollo de la semántica formal, una rama de la lógica que se ocupa de la relación entre el lenguaje y el mundo.

Sin llegar a declararlos entidades mentales, Bertrand Russell defenderá que estos átomos lógicos son, en realidad, los datos sensoriales, los cualoes constituyen la realidad y no perduran en el tiempo. Es en este sentido en el que los átomos lógicos comparten las mismas características lógicas que las sustancias.

Los hechos atómicos pueden ser expresados lingüísticamente pues, como dijera Wittgenstein en el Tractatus, el mundo y el lenguaje comparten la misma estructura lógica. Un hecho atómico puede ser expresado a partir de un enunciado simple, es decir, un enunciado que no contiene ni conectivas lógicas ni cuantificadores ni actitudes proposicionales ni relaciones n-ádicas, donde n > 1. Mediante el análisis lógico de los enunciados con los que expresamos los hechos, se puede elucidar la naturaleza de estos últimos.

El atomismo lógico no ha estado exento de críticas. La más dura fue la recibida por uno de sus principales defensores: Ludwig Wittgenstein, quien en las Investigaciones filosóficas negará las dos tesis fundamentales de la filosofía del atomismo lógico. La primera de ellas es que existen unos componentes últimos de la realidad, que son esenciales. La estrategia de Wittgenstein consistirá en relativizar la misma noción de «componente último», la cual mostrará que es relativa al objetivo del análisis o de la descomposición, así como a las inclinaciones de quien realiza el análisis. En efecto, en función de para lo que se quiera hacer el análisis en cuestión, la descomposición, «los componentes últimos» serán unos u otros. La segunda de las tesis que niega Wittgenstein, central en las Investigaciones, es que el lenguaje es una figura o representación del mundo. En efecto, no es que el lenguaje no pueda ser utilizado para tal cosa, sino que sirve para otras muchas cosas, en definitiva, sería más bien una herramienta versátil.