Ética
Hace ya algún tiempo que dedicamos un artículo en nuestro maravilloso blog de filosofía a la distinción entre ética y moral. Asimismo, hemos dedicado algunos artículos de carácter más específico a algunas partes de la ética, tales como la ética aplicada, el juicio moral, el deber moral y la metaética, entre otros. Así que ahora vamos a centrarnos en la ética.
Ética y moral
Como sabemos, la ética y la moral son cosas bien distintas. La moral hace referencia a la costumbre y suele ser relativa a un grupo social, que puede ser un pueblo, una religión, una secta, etc. La ética, por su parte, es una disciplina filosófica que estudia los códigos morales, así como otras cuestiones relacionadas. La moral tiene un carácter no necesariamente racional y muchas veces arbitrario, particularista e irreflexivo.
Por el contrario, la ética, también llamada filosofía moral, tiene pretensiones de universalidad y es una actividad racional y rigurosa, que se ocupa tanto de cuestiones teóricas y abstractas, como por ejemplo el significado de los términos morales, y de cuestiones prácticas, tales como los derecho de los animales o el aborto.
Algunos problemas de la ética de todos los tiempos
Se considera que la ética se viene practicando desde la época de Sócrates, que pensaba que en cada uno de nosotros existían definiciones universales de los términos morales, las cuales podíamos llegar a conocer charlando con el mismo Sócrates, una especie de ético-psicoanalista de la antigua Grecia. Desde entonces, y hasta nuestros días, la principal tarea de la ética consiste, como no podía ser de otra manera, en elaborar una teoría de la acción moral, que distinguiera de forma precisa la acción moralmente correcta de la moralmente incorrecta.
Esta teoría podría tener dos de las siguientes formas: 1) o adopta una lista de principios que nos permitan, para cada acción, determinar si es correcta o incorrecta o 2) explica que la corrección/incorrección de las acciones no puede ser determinada a partir de principios y señala que para determinar tal cosa hemos de analizar las circunstancias en las que se produce cada acción particular.
Aparte de este «problemón», existen otros no menos acuciantes. Por ejemplo, la explicación de en qué consiste la buena vida, el llevar una buena vida. Esto es importante desde un punto de vista ético. Resulta que muchas veces las acciones moralmente correctas no son las mejores para nosotros, además de esto está la cuestión de determinar cuáles son los bienes básicos personales para los seres humanos. Por ejemplo, satisfacer nuestros deseos, el placer, la autonomía o el honor, entre otros. Esta cuestión genera otra derivada: ¿Está conectado el bienestar personal con los valores morales? ¿Se basa la buena vida en los valores morales o, al revés, estos en aquella?
Metaética
La metaética es una parte de la ética, la más teórica y abstracta de todas. Se ocupa de elucidar el significado de los términos morales, tales como «bueno», «correcto», «malo», etc. Además de esto, también estudia la objetividad de los juicios morales y si estos se corresponden con la realidad o no. Desde este punto de vista, sigue abierta la cuestión de si existen verdades o hechos morales, que la ética tenga que descubrir y estudiar. Aunque existe una tendencia generalizada a suponer que la moral es objetiva, el problema de justificar esta objetividad sigue sin resolver, por lo que las puertas al escepticismo moral están abiertas de par en par.
Cuestiones metafísicas derivadas de la ética
Como suele ocurrir en filosofía, de cualquier asunto, disciplina, problema o proposición se derivan una serie de cuestiones metafísicas y, como no podría ser de otra manera, la ética no iba a estar exenta. Dos grandes cuestiones metafísicas se desprenden de la ética:
1) El problema del libre albedrío. La ética tiene sentido si las personas son libres. Solo en un mundo en el que las acciones pueden estar respaldadas en decisiones tomadas libremente cabe hablar de responsabilidad moral. Pero resulta que el mundo material, el mundo físico que estudia las ciencias naturales, es causal y determinado. Nosotros, por nuestra parte, formamos parte de este mundo físico y material, así que se plantea la cuestión de si somos libres. Si no lo somos, los éticos se irán al paro y las cárceles serán redundantes; si lo somos, entonces todo permanecerá igual.
2) La siguiente cuestión, que toca una parte específica de la metafísica, la antropología filosófica, es la siguiente: ¿Hasta que punto son los hombres capaces de actuar moralmente? Algunas doctrinas morales exigen de los seres humanos que sean héroes, personas capaces de hacer grandes sacrificios vitales por los demás, pero, ¿hasta qué punto estamos capacitados para seguir las obligaciones morales? ¿Qué grado de moralidad es exigible a la gente? ¿Tiene algún sentido exigir más de lo que es humanamente posible alcanzar?