El deber moral
El deber moral es un constructo social que pasa a cada individuo de generación en generación. De pequeños aprendemos que ante determinadas circunstancias tenemos la obligación de decidir determinado curso de acción, de modo tal que si no lo hacemos nos pesará en la conciencia. Esta carga moral de la conciencia ha sido adquirida durante el proceso de inculturación por el que todos pasamos en tanto que seres sociales. La mayoría de los códigos morales tradicionales, conllevan un castigo para aquellos agentes que no cumplen con su deber moral. Por ejemplo, según la moral cristiana, no cumplir nuestro deber como cristianos conlleva pecar lo cual está penado con el castigo. Este, el castigo, puede llegar a ser eterno.
En otros casos, el incumplimiento del deber moral puede llevar a un castigo real. Es decir, la persona que no cumple con su deber moral puede recibir un castigo que puede o no estar institucionalizado. Así, en algunos grupos el no cumplir con el deber moral puede ser causa de expulsión del grupo o conllevar una condena al ostracismo para la persona incumplidora, según el caso en cuestión.
A lo largo de la historia de la filosofía se han dicho muy diversas cosas, las cuales pueden resultar de lo más variopinto. En efecto, entre las ideas más pintorescas que se han expuesto sobre el deber moral, merece la pena que destaquemos la idea según la cual este, el deber, tiene una existencia independiente a todo humano o grupo de humanos, de tal modo que el hombre, gracias a su superior racionalidad, podría captar cuál es su deber moral. Sin embargo, esta tesis es demasiado débil como para tomársela en serio. En efecto, puesto que incluye, por un lado, una hipótesis de existencia no probada (hay deberes morales objetivos) y puesto que supone hipostasiar los deberes morales particulares, los cuales se confunden con deberes morales universales.
El deber moral es objeto de estudio de la ética. Entre sus tareas con respecto a esta cuestión, la ética se pregunta si existen deberes morales universales o si estos son particulares, a comparar las distintas nociones de deber moral que se defienden desde los distintos sistemas morales, etc. A este respecto, las teorías éticas han solido apostar a lo largo de la historia por distintas morales, en función de que la moral particular por la que apostara un filósofo dado se correspondiera más o menos con la propia noción de deber moral que dicho filósofo pueda tener.
Hasta la época de la Ilustración estuvo muy extendida la idea de que para el cumplimiento del deber moral, era necesario el castigo, pues de lo contrario, el hombre no cumpliría su deber moral, al menos esto fue así en la práctica en toda Europa, donde la Inquisición se dedicaba a salvaguardar el deber moral de las gentes cristianas. Con la Ilustración se comenzó a pensar, al menos en teoría, que cada cual debía darse a sí mismo su propia moral, sin necesidad de someterse a la moral ajena.