Filosofía

Mal

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Hace ya algún tiempo dedicamos una entrada en nuestro blog al problema del mal. Allí dimos por sentada la noción de mal, puesto que todo el mundo tiene un concepto de mal muy semejante. En cualquier caso, lo cierto es que sobre esta noción se han derramado ríos de tinta. Por ello merece la pena que le dediquemos un post en nuestro blog.

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Homer Simpson entre el bien y el mal.

Análisis metaético

La metaética es una parte de la filosofía que, entre otras cosas, analiza el significado de los términos morales. En este caso, el análisis se realiza sobre términos tales como «malo», «el mal» y «lo malo». Tenemos un adjetivo, «malo», un sustantivo, «el mal, y un adjetivo sustantivado: «lo malo». Con respecto a «lo malo» y «el mal», puesto que ambos sustantivos, la tendencia general es la reificación, esto es, suponer que hay alguna clase de entidad a la que llamamos «el mal» o «lo malo».

Luego tenemos el adjetivo «malo», el cual se puede entender que expresa una propiedad o que expresa la relación de pertenencia a una clase, a saber, la clase de lo malo. En efecto, al decir «x es malo», podemos estar expresando que x tiene la maldad entre sus características, propiedades o notas, o bien, que x pertenece a la clase de las cosas malas. Obsérvese que tener una propiedad y pertenecer a la clase de los que tienen esa propiedad difiere. Por ejemplo, un palomo blanco pintado de rosa, tiene la propiedad de ser rosa, pero pertenece a la clase de los palomos blancos. Aquí el problema es qué tipo de propiedad es la de «ser malo». ¿Es una propiedad que puede ser equiparada a una propiedad natural o es una propiedad no natural?

A un nivel filosóficamente más sofisticado, se ha entendido que «malo» expresa una actitud del hablante. Por ejemplo, cuando digo que «x es malo» es una forma de expresar que «desapruebo x». No obstante, nuestra experiencia lingüística demuestra que somos capaces de desaprobar algo que admitimos que no es malo. Un ejemplo es el de un padre o una madre que creen que viajar es bueno pero desaprueban que su hijo haga un viaje porque tiene que estudiar.

Finalmente, desde un punto de vista moral, cuando hablamos de lo «moralmente malo» el término adquiere un sentido absoluto, esto es, decir que «x es moralmente malo» equivale a decir que «x es malo porque es malo».

Ontología del mal: tipos de mal

Los filósofos han distinguido tres tipos de mal. Uno, del que se hablaba mucho hasta la Ilustración, era el mal metafísico. Se consideraba que la privación de ser, realidad o existencia era algo malo, desde un punto de vista metafísico. En la Edad Moderna, Leibniz llevó esto al extremo, al sostener que nuestro mundo era el mejor de los posibles porque estaba más lleno de seres. Esta noción de mal ha quedado algo aparcada, aunque sospecho que todavía habrá algún filósofo despistado que se entretenga con este tipo de mal, si es que es tal.

Aparte del mal metafísico, están el mal moral y el mal físico. El primero se corresponde con los códigos morales existentes. Cada código moral particular establece qué es malo, qué se considera malo en un sentido absoluto. Este tipo de mal es el que tiene mayor relevancia desde un punto de vista ético. En cuanto al mal físico, se refiere al que ocurre en el mundo físico. Las enfermedades, el cambio climático, los accidentes de coche, etc. caen bajo la categoría del mal físico.