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Intelectualismo moral

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

El intelectualismo moral es una doctrina que identifica conocimiento y virtud. Desde este punto de vista, quien actúa de forma incorrecta actúa así por desconocimiento. Esta concepción ética fue propuesta por vez primera por Sócrates. Sería Platón quien la desarrollaría de forma sistemática.

intelectualismo moral

El intelectualismo moral es una doctrina evidentemente errónea.

Sócrates: saber para obrar justamente

Según pensaba Sócrates hace alrededor de 2.500 años, para actuar correctamente había que conocer lo justo y, todo el conocía lo justo obraba correctamente. La ecuación era reflexiva. Desde este punto de vista, se eliminaba de la mala acción el elemento voluntarista. En efecto, uno no hacía el mal porque realmente tuviera la intención de hacerlo, sino porque desconocía lo que era justo. Para el viejo Sócrates no había maldad sustantiva, sino ignorancia.

Sócrates consideraba que la justicia y el bien eran objetivas y cognoscibles. Para Sócrates el hombre estaba dividido en cuerpo y alma y esta era la parte más importante del ser humano. Y, como tal, había que mantenerla cuidada, cuidado que se conseguía a través de la virtud, que es el camino de la felicidad.

Platón: intelectualismo moral y político

Platón, discípulo de Sócrates, fue más allá de su maestro. Asumió el intelectualismo moral del primero y lo llenó de un contenido bastante pintoresco. El bien y lo justo son ideas, no entendidas como contenidos mentales, sino como entidades abstractas que habitan en el mundo espiritual de las ideas. El alma humana viaja, tras la muerte, al mundo de las ideas, donde contempla lo bueno, lo bello, lo justo y las ideas de otras muchas cosas. Las ideas, por supuesto, son las entidades reales por sí mismas. Lo que vemos en este mundo, por su parte, son copias imperfectas de las ideas. Pero, en fin, conocemos lo justo y lo bueno por un proceso de recavar en nuestra memoria, de tal modo que el alma recuerda aquellas ideas que vio en el mundo de las ideas. Así que conocer es recordar lo justo y lo bueno y así somos virtuosos.

Pero vivimos en sociedad, pensó Platón, así que del mismo modo que hemos de ordenarnos como individuos bajo la luz de la justicia, así lo hemos de hacer a nivel de sociedad. El Estado, según Platón, también ha de tener un carácter intelectualista, por ello ha de basarse en el gobierno del más sabio de los ciudadanos, el filósofo-rey. Este viene a ser algo parecido a un maestro Jedi, nacido en Atenas y ducho en matemáticas griegas.

Algunas críticas al intelectualismo moral

Aparte de que el Estado platónico es una dictadura totalitaria bastante desagradable, lo cierto es que el intelectualismo moral resulta bastante ingenuo e incluso determinista. Es ingenuo porque la experiencia diaria muestra una y otra vez que la mayoría de las personas que actúan incorrectamente, desde un punto de vista moral, lo hacen a sabiendas de lo que están haciendo. Es decir, hay quien tiene una moral dudosa porque quiere. Por otra parte, es determinista en el sentido en que el individuo, en realidad, no tiene libertad para actuar desde un punto de vista moral, pues tal y como piensan Sócrates y Platón, conocer el bien lleva necesariamente a hacer el bien.