¿Qué es un silogismo?
Un silogismo es un tipo de argumento deductivo que consta de dos premisas y una conclusión. El silogismo fue caracterizado por Aristóteles, en una época en la que el trirreme era lo mejor que había para hacer un crucero. La obra en la que el filósofo estagirita (Aristóteles nació en Estagira) presentó a su famoso silogismo fue en los Primeros analíticos, unos libros que formaban parte de un corpus mayor, el Organon. Bien, para entender y afianzar la noción de silogismo, lo mejor sería que viviéramos en el futuro y que contáramos con un método para pasar conocimientos a la manera de Matrix. Sin embargo, dado que aún no hemos avanzado tanto en el terreno de la pedagogía, tendremos que conformarnos con el método más rudimentario de poner un ejemplo de silogismo y analizarlo. Aquí va nuestro ejemplo:
Premisa mayor: Todos los políticos son unos ladrones.
Premisa menor: Mariano Rajoy es un político.
Conclusión: Por tanto, Mariano Rajoy es un ladrón.
Lo primero que salta a la vista es que un silogismo pone de manifiesto algo que ya estaba contenido en las premisas. Como diría Rober Brandom, un filósofo de Pitsburg que no tiene muy buena relación con las cuchillas de afeitar, en la conclusión se hace explícito lo que ya estaba implícito en las premisas. También salta a la vista que hemos puesto «premisa mayor» al lado de la primera premisa y «premisa menor» al lado de la segunda. Estos nombres no han sido puestos por mero capricho, pues de ser este el caso se llamarían «Rufo» y «Catwoman». En realidad fue el propio Aristóteles el que las llamó así. Bien, si ahora observamos la premisa mayor, nos encontramos con que esta contiene dos términos: «políticos» y «ladrones». La segunda contiene otros dos: «Mariano Rajoy» y «políticos». Y la conclusión contiene otros dos términos: «Mariano Rajoy» y «ladrón». Son en total tres términos que se combinan en pares de dos en cada uno de los tres enunciados que componen el silogismo.
Cada uno de estos términos recibe un nombre en relación a su lugar en la conclusión. En nuestro ejemplo, «Mariano Rajoy» recibe el nombre de «extremo menor» y «ladrón» es el «extremo mayor», mientras que «político», que es el término que permite unir «Mariano Rajoy» y «ladrón» en la conclusión, es el «término medio». En función de la posición que ocupe el término medio de las premisas, respecto de los extremos, tendremos una figura u otra. Aristóteles distinguió 4:
1. La primera figura. El término medio es el sujeto de la premisa mayor y el predicado de la menor. Es el caso de nuestro ejemplo. Según Aristóteles este es el silogismo perfecto.
2. La segunda figura. El término medio es predicado en la premisa mayor y en la premisa menor.
3. La tercera figura. El término medio es sujeto en las dos premisas.
4. La cuarta figura. El término medio es predicado en la premisa mayor y sujeto en la premisa menor.
Un ejemplo de la primera figura es el silogismo de más arriba. Un ejemplo de la segunda es este:
Premisa mayor: Todos los cocineros son oscuros.
Premisa menor: Ningún filósofo es oscuro.
Conclusión: Ningún filósofo es cocinero.
Un ejemplo de la tercera figura:
Premisa mayor: Ningún ciclista es catedrático.
Premisa menor: Algunos ciclistas son sabios.
Conclusión: Algunos sabios no son catedráticos.
Y, para concluir, un ejemplo de la cuarta figura:
Premisa mayor: Todos los cuervos son aves.
Premisa menor: Las aves son aladas
Conclusión: Por tanto, los cuervos son alados.