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La falacia ad baculum: la política de la Unión Europea

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

La falacia ad baculum consiste en basar la conclusión de un argumento no en su validez lógica, en el hecho de que la conclusión se siga de las premisas, sino que este se sustenta en el uso de la fuerza y en el uso de amenazas. Muchas veces se considera que los argumentos ad baculum son un tipo de argumentos de autoridad clásico, sin embargo el argumento ad baculum se considera como una falacia independiente, por norma general. Y es que estos argumentos se utilizan más de lo que quisiéramos, sobre todo en el ámbito de la política y periodístico. De hecho, en Europa los argumentos ad baculum han tomado una fuerza tal que uno no se percata de que están todo el tiempo flotando en el ambiente. En el caso concreto de la Unión Europea se suele utilizar la variante ad terrorem, la cual apela directamente al miedo. A continaución hablaremos de algunos casos de la política europea en la que se ha hecho y se hace uso de la falacia ad baculum.

La falacia ad baculum

1. La salida del Euro

El siglo XXI comenzó en Europa con una nueva moneda, que unía a la Unión Europea desde esta perspectiva. Han pasado los años y el Euro está en crisis. Y más en crisis están algunos de los países de la eurozona a los que la adopción de la moneda única no fue, para nada, ventajosa. En este caso, la falacia ad baculum se ha utilizado de forma reiterada, día sí y día también, con la intención de asustar a toda la población. La forma de argumentar en este caso ha sido como sigue:

«Si Grecia abandona el Euro, entonces se tendrá que enfrentar a la bancarrota total, a la recesión desenfrenada y a cargar con un dracma muy devaluado, por tanto Grecia no puede salirse del Euro».

En este caso el tema de si Grecia tiene derecho o no a salirse del Euro no se toca, en su lugar se dice que no puede salirse del Euro sobre la base de las consecuencias desastrosas que dicha salida supondrían, hipotéticamente, para el país helénico.

2. La independencia de Cataluña

El mismo caso se ha dado para Cataluña, región que actualmente busca independizarse de España:

«Si Cataluña se independiza de Europa, entonces Cataluña quedará fuera de la Unión Europea, por tanto Cataluña no debe separarse de España».

En este caso se apela de nuevo al miedo a una consecuencia catastrófica, obviándose el hecho de si Cataluña tiene o no derecho a independizarse de España. En su lugar, la conclusión de que «Cataluña no debe separarse de España» se basa en las consecuencias catastróficas que, hipotéticamente, tendría su separación.

En el caso concreto de Cataluña se produjeron argumentos ad baculum mucho más evidentes y rudimentarios. Estos venían de militares de la vieja guardia. En este caso, la falacia utilizada tomó este aspecto:

«Si Cataluña convoca una consulta popular para independizarse de España, entonces los militares tendrán que intervenir… según la Constitución, por tanto Cataluña no puede convocar una consulta popular para independizarse de España».

En este caso, hay una amenaza explícita, de tal modo que, de nuevo, no se habla del derecho de Cataluña a convocar tal referendum o consulta popular, sino que se recurre al castigo que conllevaría realizar tal acción.

Como en otras falacias, la falacia ad baculum tiene como objetivo la persuasión, a diferencia de los argumentos válidos, cuya meta es la verdad.