Nombres comunes
Aunque hemos titulado este artículo «Nombres comunes», lo cierto es que sería mucho más adecuado haberlo titulado algo así como «Términos de género natural» o, más específicamente, «Términos de masa». Sin embargo, nos hemos encontrado con dos inconvenientes a la hora de elegir entre alguno de estos dos títulos más apropiados. El primero de ellos es que este blog, aunque sus contenidos son de carácter académico, tiene un enfoque divulgativo, por ello hemos preferido este título más cercano a la terminología utilizada normalmente por el lector medio. En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, expresiones como «términos de género natural» y «términos de masa» no son muy populares a la hora de realizar búsquedas en Google, por lo que utilizar tales expresiones para titular este post implicaría llegar a pocos lectores, lo cual carece de sentido cuando el objetivo es divulgativo, como en nuestro caso. Dicho esto, pasamos a nuestro tema.
Los nombres comunes son los nombres que utilizamos para nombrar clases de cosas y propiedades, tales como «tigre», «casa», «agua», etc. Estos son objeto de estudio de la Filosofía del lenguaje, en tanto que hacen una contribución sistemática a expresiones significativas (oraciones emitidas por un hablante en un acto de habla exitoso). La cuestión es cómo contribuyen estas expresiones al significado de las oraciones. No se trata, por tanto, de decir los significados particulares de palabras particulares de este tipo. Dentro de esta categoría de los nombres comunes, dos tipos de expresiones han llamado especialmente la atención de los filósofos del lenguaje: los términos de género natural y los términos de masa. Los primeros son los nombres con los que nos referimos a clases de objetos, entidades o seres (como prefiramos llamarlos) que son relevantes a la hora de explicar el mundo natural. Estas entidades pueden agruparse en dos tipos: especies (fresas, lenes, hormigas, etc.) y sustancias (agua, aire, fuego, etc.). Los términos utilizados para nombrar a las especies son términos de especie y los utilizados para las sustancias son términos de masa. Los primeros son contables, los segundos no.
Concepciones sobre el significado de los términos de masa
Dos son las concepciones que se encuentran en la historia de la filosofía del lenguaje acerca del significado de los términos de masa. La tradicional es la descriptivista, según la cual el significado de estas expresiones, el modo en que estas contribuyen al significado de las oraciones en las que aparecen, consiste en las descripciones que los hablantes asocian al término. Por ejemplo, el significado de «agua» sería algo así como «líquido insípido e incoloro», esto es, descripciones que expresan propiedades de esa sustancia o de la especie.
En respuesta a esta concepción tradicional apareció la teoría de la referencia directa. Desde este punto de vista, los términos de género natural no contribuyen al significado de las oraciones mediante descripciones que asocian los hablantes. Estos, al igual que ocurre en la versión de esta teoría para los nombres propios, no tendrían significado en el sentido anterior, sino que funcionarían como una especie de etiquetas, irían por los individuos de esa clase en las expresiones. Este punto de vista ha sido defendido por Saul Krikpe y Hillary Putnam.