Ferviente Sed de Espiritualidad
Los líderes espirituales que recorren el mundo llevando su mensaje de esperanza, encuentran eco en miles de personas que necesitan creer.
El estilo de vida occidental, que está invadido por la tecnología y con la posibilidad de conocer todo lo malo que pasa en el mundo al instante; acuciado por el estrés para tratar de mantener el nivel de confort tan duramente logrado en la vida, por las presiones para compatibilizar el trabajo con la familia, y por la postergación indefinida para casarse y ser padres; hacen que los seres humanos pierdan el sentido de sus vidas y necesiten abandonar su sensación de inminente catástrofe para reemplazarla con el bienestar que añoran y la paz interior que prometen los gurúes de moda.
Una vez más, esta necesidad se manifiesta, con la multitudinaria acogida que recibió Sri Sri Ravi Shankar – fundador de “El arte de vivir”, famoso por su técnica de respiración y nominado cuatro veces al Premio Nobel de la Paz – al visitar nuevamente Argentina.
En este país, la meditación masiva propuesta se ha convertido en un récord mundial de público dispuesto a participar, para aprender una técnica de respiración que supuestamente libera a las personas del estrés y proporciona paz.
Pero este fenómeno no empieza aquí y ahora sino que representa, desde mediados del siglo pasado, una tendencia cada vez más creciente a nivel mundial, en cuanto a todo lo que se refiere al desarrollo de la espiritualidad, ya sea mediante la lectura de libros de autoayuda y la asistencia a conferencias y a seminarios coordinados por líderes de distintas religiones, que enseñan antiguos métodos de respiración, concentración, relajación y meditación, para alcanzar la paz interior.
El individualismo que predomina en Occidente, la fragmentación de la familia, la soledad, el egoísmo y la búsqueda del confort y de bienes materiales, ha convertido a los seres humanos en personas aisladas, neuróticas y asustadas, que sólo pueden creer en la ciencia; y la búsqueda de la felicidad persiguiendo objetivos concretos en una sociedad alienada y caótica; se ha vuelto una quimera imposible de alcanzar.
Estas propuestas espirituales, en cambio, dan la oportunidad, a través de la meditación y la respiración, de eliminar el estrés, disminuir los niveles de violencia, potenciar el desarrollo individual, y mantener la salud física y psíquica.
Recuperar la espiritualidad significa convertirse en un ser humano completo, capaz de aceptar el desafío de una vida llena de sentido y de hacer realidad los ideales.
El hecho de que Argentina se destaque en el interés por la espiritualidad tiene que ser bien recibido y no criticado ni adjudicarlo a intereses políticos.
Tampoco debería importar de qué sector religioso se trate, ya que a nivel espiritual la base de todas las religiones es la misma.
Lo importante, es rescatar la esencia de esta tendencia que podría mejorar las relaciones humanas y hacer que la convivencia en la sociedad sea más pacífica.
Una gran multitud de gente dispuesta a participar de un momento espiritual, produce a su alrededor una onda de buenos pensamientos e intenciones que permiten forjar la esperanza de un mundo mejor.