Espiritualidad y Liderazgo
El ingeniero Andrés Ubierna, especialista en liderazgo personal y organizacional, afirma que no se puede ser mejor líder que la persona que se Es, porque el liderazgo está relacionado con la forma en que se encaran y se hacen las cosas desde lo auténtico que tiene cada uno, con la conciencia de saber que siendo uno mismo se puede influir en el mundo si se es capaz de reconocer y poner a prueba la propia capacidad creativa.
El liderazgo exige esfuerzo pero también requiere la capacidad de ver más allá que los demás, de reflexionar y de comprometerse con el mundo y sus valores, atreviéndose a contestar las cuestiones fundamentales que el hombre se está haciendo desde su origen : ¿para qué estoy en el mundo, qué sentido quiero que tenga mi vida, quién deseo ser?
Las empresas son el fiel reflejo de la gente que trabaja en ellas de manera que la elección de las personas que las integrarán es de importancia capital si se considera que el hombre es el principio y el fin de toda institución productiva.
Cada vez más el mundo empresarial está interesado en vincular la capacidad de mejorar resultados económicos en forma sostenida con el desarrollo espiritual.
No sólo es posible producir ganancias y favorecer el avance tecnológico sin dejar de Ser uno mismo sino que es recomendable para lograrlo con más éxito, sin provocar sufrimientos innecesarios a la gente ni daños irreversibles al ambiente. Porque existe una relación entre el bienestar personal, las relaciones sólidas y el logro de buenos resultados.
Si se traiciona el pilar fundamental de un ser humano que es el Ser para alcanzar objetivos ambiciosos a corto plazo, sin tener en cuenta tampoco los valores, esos resultados no se podrán sostener por mucho tiempo.
Hoy en día se está llegando a terminar con el antiguo conflicto entre el Ser y el tener transformándolo en el hecho de reconocer que cuanto más auténtico se Es más efectividad se logra.
Porque la base de los problemas personales, sociales y universales es el haber convertido al Ser y al tener en opciones, pensando que el que se atreve a Ser no puede tener y el que tiene no puede llegar a Ser.
Sin embargo Ser y tener se pueden complementar perfectamente para hacer posible el mayor bienestar del hombre.
Para llegar a este nivel, dice el ingeniero Ubierna, de que esta premisa se convierta en una práctica cotidiana en las empresas, hay que incrementar la atención, ser más conscientes en forma permanente de cómo repercuten los hechos en la gente. Ser más observadores y conscientes permite darse cuenta de los cambios y de la necesidad de cambiar.
La espiritualidad, como la capacidad del hombre de trascenderse a sí mismo, está presente cuando se resuelven los problemas en forma responsable, si se reflexiona para hacer las cosas cada vez mejor, cuando se trata de descubrir el lado bueno de las cosas, si se utilizan los errores para aprender, siendo respetuoso y sincero, sabiendo escuchar, cumpliendo con la palabra dada, colaborando con creatividad, manteniendo el equilibrio antes situaciones emocionales difíciles pensando en positivo e intentando comprender a los demás.
Ubierna sostiene que para ser consciente en todo momento hay que estar atento. Sólo prestando toda nuestra atención se mejoran las cosas, que también es la forma más sencilla de brindar amor.
Fuente: Entrevista realizada por Luis Aubele al Ingeniero Andrés Ubierna, para el diario La Nación.