El significado del Carnaval
En todo tiempo y lugar del mundo existieron fiestas populares en la que se podía disfrutar de licencia para la libre diversión; como por ejemplo las bacanales griegas y las saturnales romanas, fiestas paganas que se caracterizaban por los excesos carnales y sensoriales.
La Iglesia fue tolerante y regularizó estas diversiones, fijándoles como primera fecha el año nuevo y luego tres días antes del miércoles de ceniza o el principio de la cuaresma para la liturgia cristiana, cuarenta días antes de Pascua.
La cuaresma en la liturgia católica, es el período que abarca desde el miércoles de ceniza hasta el día de la Resurrección de Cristo; tiempo en que se practica el ayuno, la abstinencia y la mortificación y dedicado a la preparación de esa festividad.
El carnaval es una fiesta popular que consiste en mascaradas y otros festejos bulliciosos que se celebran con gran alboroto, y escándalo callejero.
La característica es señalar en forma jocosa y burlona, con disfraces grotescos y fantasiosos, y entonando cánticos picarescos, las contradicciones y deficiencias de la sociedad, acompañando la alegría popular, desfiles de carrozas simbólicas, bailes exóticos y audaces vestimentas.
Estas fiestas tuvieron un gran auge hasta el siglo XIX, luego fueron perdiendo entusiasmo y espontaneidad, aunque aún hoy en día en algunos países se mantiene vigente y atrae una gran afluencia turística, generando una gran fuente de divisas.
Otras festividades con iguales características también son llamadas así aunque se festejen en otras épocas del año; ya que es común que en algunas pequeñas localidades de todo el mundo se realicen festejos similares en los cuales se permiten ciertas prácticas libertinas y licenciosas.
El origen de las festividades carnavalescas proviene de antiguas tradiciones paganas que dedicaban esas celebraciones en honor de distintos dioses.
La conquista de América llevó al nuevo continente estas tradiciones que continuaron en esta parte del mundo como típicas formas de festejos con las modificaciones propias de las etnias locales.
El país que más se destaca en el mundo por la celebración del Carnaval, es Brasil. Río de Janeiro es la ciudad que ofrece el más grande espectáculo popular, con el desfile de gran cantidad de carrozas magníficamente galardonadas con extraordinaria creatividad y riqueza de recursos, con la participación de miles de personas que se preparan durante todo el año para esa fiesta.
En ese momento del año todos tienen la posibilidad de participar sin distinción de clases sociales ni poder económico, ni edad, sólo con la disposición para festejar con alegria del extraordinario evento.
Otros países también festejan con gran despliegue el Carnaval como Italia, en la ciudad de Venecia, Colombia, en la ciudad de Barranquilla, España en Santa Cruz de Tenerife y en Cádiz.
En América del Sur, se destaca el carnaval de Uruguay, el de Argentina, en Gualeguaychú, en Centro América el de México, en Mazatlán y también la República Dominicana.
En América sobreviven en el Carnaval antiguas tradiciones andinas prehispánicas y afroamericanas.
Existen numerosas ciudades avanzadas que ignoran estas prácticas y sólo aprovechan los días feriados para tomarse unas vacaciones.
Los que se dedican a estudiar las costumbres de los distintos grupos étnicos, sostienen que estas festividades ofrecen un tiempo de permisividad que permite a la gente común burlarse de la prohibición de la sexualidad y la severidad de la religión cristiana durante la cuaresma.