Una Filosofía de Vida
Analía Pierini, es Argentina, nacida en Rosario y hace veinte años que está radicada en Italia. Tiene 43 años y es empleada bancaria. Hasta aquí parece una biografía que no tiene nada fuera de lo común; pero lo que hace a su historia especial es que desde hace trece años Analía sufre de Esclerosis Múltiple, una enfermedad neurológica que afecta los músculos y la movilidad normal, que sin embargo le dio la oportunidad de demostrar que una limitación orgánica pudo transformar su vida en un ejemplo de esperanza.
Porque es absolutamente cierto que cuando se descubre un para qué vivir y se aceptan las limitaciones, todo cambia.
Frente a un diagnóstico que le presagiaba una vida llena de impedimentos y barreras ella decidió planificar un viaje para salir al mundo y conocer más sobre su enfermedad, llevando un mensaje de optimismo a todos aquellos que también como ella la padecen, ya que existen más de dos millones de personas en el mundo que la sufren.
Afortunadamente, su capacidad de desplazarse le permitió emprender hace dos años un camino de curación y satisfacer su deseo de viajar recorriendo nueve capitales de cuatro continentes.
Su salud mejoró y su vida cambió, cumplió su sueño y su impedimento físico se convirtió en la razón de su vida alentando con el testimonio de su propia vida a los que como ella tienen que sobrellevar el mismo destino.
La enfermedad la atemorizó y le llevó un tiempo poder aceptarla, pero también le dio la fuerza para enfrentarla y entenderla para seguir viviendo de la mejor manera.
No la amedrentaron ni su necesidad de usar bastón ni la incontinencia, problema que solucionó con un pacemaker que le dio la oportunidad de continuar con su vida normal.
La preparación del viaje duró dos años, un proyecto que demandaba una muy buena organización, establecer contactos, pedir presupuestos, buscar información, etc., y con la ayuda de los laboratorios Bayer que proveyó los medicamentos que necesitaba sin ningún cargo, logró reunir el dinero necesario para recorrer el mundo.
Su viaje despertó la curiosidad de la gente que le brindó mucho amor y le dio la oportunidad de ganar muchos amigos.
Su blog http://analiapierini.blogspot.com, fue su diario de ruta, donde narra sus peripecias y donde aparecen sus fotos.
Fue recibida con beneplácito en todas las organizaciones que se dedican a la investigación y el tratamiento de su enfermedad.
En Asia, no es una enfermedad muy conocida y no existen asociaciones que se ocupen de estos enfermos.
En Australia existen muchos afectados de este síndrome y también muchas organizaciones que se desenvuelven muy bien.
El hecho de viajar hace que Analía no se permita sentirse mal y el cuerpo responde de acuerdo a sus expectativas.
Viajando aprendió que cuando se siente mal no tiene que pensar en eso y esta actitud es la que le da más fuerzas para sobrellevar los trastornos.
Aunque no es muy religiosa, cree en la fuerza de la oración y en el pensamiento positivo porque está convencida que son milagrosos para la curación.
Cada viaje, el banco donde trabaja, en Milán, le brinda apoyo, licencia extraordinaria y donaciones a la Asociación Italiana de Esclerosis Múltiple.
Analía se beneficia con el programa de asistencia social italiano que obliga a las empresas a contratar un empleado con algún grado de discapacidad cada cincuenta trabajadores.
De esa manera consiguió entrar a trabajar en el Banco italiano Unicredit ya hace unos años.
Se considera una persona feliz y trata de disfrutar día a día aceptando a su cuerpo como es.
Fuente: Ginebra Visconti para la Nación.