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Maternidad Tardía

Publicado por Malena

Maternidad Tardía

La Dirección de Estadísticas y Censos del gobierno de la ciudad ha registrado, que en 2008 fue el año en que se produjeron mayor cantidad de nacimientos en Buenos Aires desde 1980, cuyas protagonistas curiosamente fueron mujeres de más de treinta años.

Estas cifras nos demuestran que aún cuando la mujer actualmente tiene otras prioridades además de la maternidad, no ha renunciado a ella sino que solamente la ha postergado.

Las madres de ahora tienen más edad cuando tienen su primer hijo y además eligen ser madres, de modo que los hijos que engendran son deseados y estas características tal vez constituyan una mejor perspectiva para sus descendientes.

Antiguamente ser madre era más una obligación social que un deseo; y este modo de asumir la maternidad representaba para algunos hijos la posibilidad del rechazo, por lo inesperado e inapropiado de su nacimiento.

El deseo de ser madre, hoy en día, tiene que estar integrado a los demás objetivos de la mujer y si los entorpece no es descartado sino postergado para más adelante, desafiando las leyes de la naturaleza que parece estar diseñada para que los infantes tengan madres jóvenes.

Algunas mujeres desean terminar sus carreras antes de asumir la responsabilidad de tener un hijo y otras prefieren sentirse afianzadas en sus carreras laborales antes de ser madres; pero lo básico es que en general la mujer no está dispuesta a renunciar a tener descendencia.

También es importante el momento existencial de la pareja, la buena relación que se desea tener para emprender la aventura de un embarazo como un equipo y no como una tarea exclusivamente femenina.

Actualmente las expectativas de la mujer incluyen un padre comprometido con su rol que la ayude a criar a su hijo a la par y no que sea un simple espectador o proveedor.

La estabilidad económica tiene importancia a la hora de decidir tener un hijo, aunque un bebé no necesita tantas cosas para criarse y solo requiera mucho afecto como condición ineludible. Pero es un nuevo integrante de la familia que exige más lugar, más gastos y cambios en la organización hogareña que una pareja de hoy no desea que signifique un deterioro de la posición a la que estaban acostumbrados antes del nacimiento del hijo.

Con todo, hay un factor que no se puede ignorar que es el reloj biológico que indica que siempre es mejor una madre joven que una añosa o mayor de 36 años, porque surgen complicaciones, es más difícil quedar embarazada y hay que recurrir a métodos artificiales que son onerosos y también difíciles de sobrellevar para una pareja.

Por otro lado, las personas jóvenes tienen una actitud diferente hacia sus hijos, no son tan temerosas y no existe una brecha generacional tan grande que las lleve a vivir a los hijos como nietos y a consentirlos demasiado.

Las mujeres jóvenes todavía pueden compartir intereses comunes con sus hijos, y ponerse en su lugar y jugar con ellos.

No todas las mujeres han nacido para ser madres y si esa es su condición es mejor que no tengan hijos. En otras épocas no ser madre para una mujer podía provocar sentimientos de inferioridad o discapacidad, pero hoy es diferente, una pareja puede elegir no tener hijos y esa elección no tener ningún significado peyorativo social.

La expectativa de vida se ha prolongado y hoy en día una mujer puede tener óvulos con capacidad de fecundación aún después de los cuarenta años. Esta posibilidad hace que la maternidad tardía avance y se haya transformado en un hecho común.