Cosmovisiones
Lucy vive en una localidad del sur del gran Buenos Aires, sus padres, ya fallecidos, fueron gente trabajadora de clase media baja, sencillos y conformes con sus vidas.
Tiene una hermana mayor casada con hijos, que vive cerca de la casa de sus padres.
Después de algunos años de noviazgo, Lucy se casó muy joven con su primer novio, Héctor, de oficio carpintero.
Los padres de Héctor estaban separados. Luego que se casaron los hijos, el padre se fue a vivir a la zona norte suburbana, compró un terreno sobre la ruta Panamericana y puso un pequeño restaurante parrilla.
Afecto a la bebida y a las mujeres, el padre de Héctor tuvo un día un altercado con un desconocido, quien en un arrebato de furia lo mató de dos cuchilladas.
Después de muerto, los hijos se repartieron los bienes y Héctor se quedó con la casa de su padre y se quedó a vivir en la zona norte.
Las cosas no andaban bien con su mujer Lucy, de modo que él la dejó con tres chicos, una vez que consiguió otra compañía.
Sin embargo, periódicamente la visitaba, para hacerse cargo de sus gastos y la manutención de sus hijos; ocasiones que sirvieron además para que Lucy tuviera otros dos hijos más.
Finalmente, ella decidió hacerse colocar un dispositivo intrauterino para evitar los embarazos pero rompió definitivamente las relaciones con su ex marido.
No obstante, él se sigue haciendo cargo de los chicos que periódicamente están con él.
Lucy trabaja de empleada doméstica porque no está capacitada para hacer otra cosa pero no puede cumplir con su trabajo formalmente porque a veces no tiene con quien dejar los chicos.
Los meses de enero y febrero su ex marido no tiene trabajo y apenas le pasa algunos pesos que por supuesto no le alcanzan. Afortunadamente recibe una pequeña ayuda de la Municipalidad por tener una familia numerosa y por estar viviendo sola con sus hijos.
Su hija más chica ya tiene 5 años y el mayor 17 que trabaja y estudia, de modo que gracias a la providencia Lucy vive al día, pero siempre estará con la incertidumbre de si mañana tendrá lo suficiente para comer.
Aprender a vivir en un contexto tan vulnerable requiere mucha fe en la providencia, presencia de ánimo y una gran fuerza de carácter para no sentirse doblegada por la frustración y poder mantener el equilibrio.
Sin embargo, Lucy confía y siempre sale adelante defendiendo a sus hijos que son muy estudiosos y aplicados en la escuela.
El caso de Raquel es también clásico. Su ex marido, ejecutivo de una empresa multinacional, la abandonó con tres hijos y se fue a vivir con su secretaria.
Raquel nunca había trabajado pero tenía un título universitario, buena presencia y todavía era joven, sin embargo no quiso salir a trabajar y además cayó en una serie depresión.
Mientras tanto, su marido le mantenía el mismo estándar de vida y veía regularmente a sus hijos que seguían viviendo con ella.
En este caso los chicos tuvieron que ir al psicólogo porque se atrasaron en la escuela, y tenían serios problemas de conducta, principalmente el mayor que se sospechaba que consumía drogas.
Posteriormente el estado anímico de Raquel empeoró y tuvieron que internarla. Por esa razón los chicos tuvieron que ir a vivir con su padre y su mujer.
Hasta aquí dos hechos y dos actitudes. Aparentemente parecería que el dinero no lo es todo, al contrario en este caso en particular representó un impedimento para que Raquel se viera obligada a rehacer su vida.
Muchos fracasan cuando no pueden renunciar a su proyecto ideal y no pueden elaborar otro. Tan aferrados están que no pueden vivir de otro modo, adaptarse y aceptar el desafío del destino.
No se trata tampoco de cuestiones de intelecto ni de ignorancia, son dos formas de ver el mundo, una cosmovisión que nos permiten seguir viviendo desde las circunstancias o bien otra que nos puede llevar más rápido a la tumba y a arruinar la vida de los hijos.