Sobre la Mortalidad Humana

“Six feet under” es una serie de televisión de 63 episodios que se transmitió desde el año 2000 al 2004, durante cinco temporadas, en la cual el tema de la muerte era el principal protagonista; y que contrariamente a cualquier expectativa, tuvo record de audiencia y recibió en total seis premios Emmy y dos Globos de Oro.

Esta serie, creada por Alan Ball, quien también es conocido por su trabajo en «American Beauty» y «True Blood», ha sido ampliamente elogiada por su enfoque honesto y sin adornos sobre la muerte y el duelo. A lo largo de sus cinco temporadas, «Six Feet Under» nunca retrocedió en su representación de la muerte, mostrando todo, desde el embalsamamiento hasta el entierro, y explorando cómo estos procesos afectan a los que quedan atrás.

Esta historia, cuya quinta temporada ha vuelto este año a la pantalla chica proyectada por un canal de cable, se destaca por desarrollar con inteligencia, una trama en la que el tema de la mortalidad humana está siempre presente, aparentemente despojado del componente emocional que implica, porque se trata de la familia Fisher, dueños de una funeraria y de la influencia que, sin embargo, tiene esta circunstancia en la vida de cada uno de ellos.

Realizada con el humor necesario como para no resultar morbosa; la serie muestra la vida de los Fisher, una familia que se gana la vida con la muerte; la madre y sus tres hijos, dos varones y una mujer, porque el padre falleció en un accidente en la primera temporada.

Los varones son los que dirigen el negocio, la madre se dedica a disfrutar de la vida y la hermana que aún estudia, en realidad se lo pasa coqueteando con sus admiradores y con las drogas. Uno de los hijos es homosexual y tiene una pareja y el otro convive no hace mucho con una mujer intelectual y distante.

La muerte le brinda a la familia buenos dividendos y una vida cómoda, aunque tengan que lidiar con las corporaciones que intentan comprar todos los negocios familiares.

La serie refleja la decadencia moral de la gente de mediana edad de la clase media norteamericana que no han hecho nada para merecer lo que tienen, solamente nacer en una familia que les dejó todo sin hacer ningún esfuerzo. Sobreviven para consumir y tener una vida mecánica donde los sentimientos están ausentes. El intelectualismo y la racionalización son los mecanismos que les sirven para seguir viviendo con una filosofía de la vida apocalíptica y escéptica en un mundo cada vez más inhumano.

A lo largo de la serie, los personajes se enfrentan a una serie de desafíos y crisis que les obligan a confrontar sus propias ideas sobre la vida y la muerte. A través de estas experiencias, la serie explora temas como la mortalidad, la soledad, la identidad y la búsqueda de significado en la vida.

Son indiferentes, egocéntricos y fríos y viven para autocomplacerse sin importarle el otro. Hasta que un día, la muerte, que hasta ese momento para uno de ellos era solamente una posibilidad lejana, se convierte en una certeza, algo que puede ocurrirle en cualquier momento.

Es entonces cuando puede tomar conciencia que la muerte no es algo que le ocurre solamente a los otros sino que también le puede ocurrir a él mismo y es allí cuando comienza a interrogarse sobre el sentido de la vida.

Su percepción cambia y se puede identificar en los muertos que desfilan por la funeraria, con su situación, sus cuestionamientos, presintiendo sus temores y su miedo a lo desconocido; y siente por primera vez la necesidad de buscarse a sí mismo y saber más sobre el más grande misterio de todos los misterios.

Comienzan a caer las máscaras sostenidas por la ilusión de eternidad, dejando al descubierto la sensibilidad y la necesidad de creer en algo más que en el mundo que los rodea.

Por su calidad, inteligentes diálogos y por su original y profundo contenido, vale la pena verla. La serie «Six Feet Under» es un recordatorio constante de nuestra propia mortalidad y de la importancia de vivir una vida con propósito y significado. A través de sus personajes, la serie nos desafía a enfrentar nuestros propios miedos y a buscar la verdad en nuestras propias vidas.