La Música y su Significado Simbólico
La música es el arte que expresa el espíritu humano con la armonía de sus notas, revela su lugar en la historia, la personalidad de los compositores, y las atribuladas experiencias de sus vidas.
Cada melodía, acorde o percusión que ejecuta un instrumento equivale a un estado de ánimo, una realidad, un fenómeno natural, una estación, una celebración, un ritual religioso, una circunstancia de la vida y también al hecho crucial de la muerte.
Los compositores perciben sus obras antes de componerlas como una totalidad, se sienten simples canales que tienen la capacidad de percibir la verdadera belleza no mundana de la armonía sonora.
Para crear tienen que alejarse de las cosas cotidianas o no darles importancia, porque la inspiración suele llegar solamente en estado de quietud y contemplación, por esta razón los creadores casi siempre vivieron acosados por las deudas y sus vidas estuvieron repletas de necesidades materiales no satisfechas.
El compositor ruso, Igor Stravinsky (1882-1971, que vivió en los Estados Unidos, desde los nueve años estudió piano y estuvo en contacto con la ópera rusa. Fue alumno de Rimski Korsakov que le enseñó orquestación y composición.
Su obra “La Consagración de la Primavera” le dio fama definitiva, por lo novedoso de su lenguaje musical, la asimetría rítmica y la brillantez orquestal y causó un gran impacto en el mundo musical que influyó notablemente en los compositores de esa época.
Stravinsky había llegado a los límites del nacionalismo y dándose cuenta de la inutilidad de esa forma de pensar se orientó hacia otros caminos expresando esa decisión en su música, vislumbrando y defendiendo lo auténtico de lo clásico.
En 1939 se traslada a los Estados Unidos invitado por la Universidad de Harvard y decide quedarse en ese país definitivamente, instalándose en Hollywood y adquiriendo la ciudadanía en 1945.
En 1953 descubre la línea dodecafónica y se dedica a ella demostrando su facilidad de adaptación.
Señalaba que su maestría no era excepcional ya que sólo se limitaba a escuchar lo que tenía en sus oídos.
Mozart, constituyó un caso insólito de precocidad. A los cinco años dominaba el piano, el violín y la composición. Su música ha sido definida como un milagro de la síntesis y un fenómeno único.
Tenía conciencia plena de su capacidad creadora pero era un inadaptado. Decía poseer todo en su cabeza y que su tarea era solamente exponerlo.
Producía música en forma incansable sin ningún esfuerzo, su legado es enorme en todo tipo de obras de distinta índole, pero esa variedad no menosprecia su creatividad sino que simplemente era de carácter funcional expresando en parte su personalidad libre de convencionalismos.
La música de Beethoven, que fue discípulo de Mozart, tiene un especial relieve dramático. Su abuelo y su padre fueron músicos de la corte, pero su infancia no fue feliz.
La música de Beethoven deja de ser un entretenimiento para los aristócratas y se orienta hacia la humanidad, atraído por la corriente liberal y democrática de su tiempo y sus ideas republicanas.
Su carácter poco sociable se acentuó con la sordera que lo asoló buena parte de su vida creativa y su pesimismo se reflejó en algunas de sus obras.
Aún estando completamente sordo, siguió su trabajo de compositor y aunque no pudo escucharlas nunca con sus oídos, las percibía con su mente.