Cuando decimos que un plan, una persona, un proyecto, etc. son maquiavélicos queremos decir que es malvado, pérfido, que con tal de conseguir su objetivo hará cualquier cosa. Este calificativo, que hoy es una palabra más de nuestro lenguaje, tan común como palabras como «sartén», «pajaro», «monedero» o «flauta», deriva del nombre de un autor del Renacimiento italiano: Nicolás Maquiavelo. Como ocurre con otros pensadores, la historia no se portó especialmente bien con este escritor, diplomático, filósofo político y alto funcionario italiano. Hoy en día es considerado por el común de los mortales como un ser casi diabólico. Este común de los mortales que lo considera diabólico jamás ha leído, con toda seguridad, ni tan siquiera la obra responsable de tan perversa fama: El príncipe.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Algunas palabras sobre El Príncipe
El príncipe es un tratado de política escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513 (aunque no se publicó hasta 1531). Es un libro dirigido explícitamente a Lorenzo de Medicis, que en 1512 comienza a gobernar Florencia. En este tratado, Maquiavelo le describe al futuro príncipe de Florencia como ha de obrar para que: