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El mundo es bello

Publicado por Ruben Avila

el mundo es belloPara los estoicos belleza moral y bien eran la misma cosa. Y virtud y sabiduría casi que también, así que llegaron a decir que el sabio siempre era bello, aunque fuera repugnante. Lo es porque es bello moralmente, así que poco importará cómo sea físicamente. Serán, como decía Epicteto, la mente y la voluntad lo que harán a una persona bella, y no su cabello o sus ojos. De hecho, para los estoicos la belleza física resultaba en ocasiones hasta perjudicial, no así la moral, dependiendo del uso que se hiciera de ella. De la otra, la moral, la espiritual, nunca se pude hacer un mal uso, por supuesto.

Precisamente esta distinción es la que permitirá a los moralistas estoicos tener en mayor estima a la belleza que el hedonista Epicuro y sus seguidores, ya que aquellos al hablar de belleza se referían principalmente a la moral, la cual les resultaba francamente agradable.

Además, si el moralismo incitaba a los seguidores del estoicismo a buscar la belleza en el hombre; su visión de cosmos, su panteísmo y optimismo, recordad que veían logos en todos los acontecimientos, también buscaban belleza en la naturaleza y en todo el universo.

Qué bello es el mundo

Según Cicerón los estoicos aseguraban que «la naturaleza es el mayor artista […] no hay nada más hermoso ni mejor en el mundo». Es una declaración de intenciones importante, que demuestra cómo veían los estoicos todo lo que les rodeaba. ¡La naturaleza como artista! Y no sólo uno entre muchos, sino el mayor de todos. Lo que implica asombrarse no sólo por las obras de artes humanas, no sólo —cambiando de época— disfrutar de las obras de Dalí en el Reina Sofía o de Goya en el Prado o… Sino de disfrutar de la belleza de un árbol, del canto de un pájaro, de un acantilado o… Y no sólo belleza estética, sino aquella que comprende que el mundo tiene una razón que rige las leyes de todo, que otorga sentido a cada acontecimiento, a cada montículo o riachuelo, otorgándole una belleza infinita.

Este es el panteísmo estoico, ya que su visión es similar a la de los que ven dioses en cada objeto de la naturaleza. Y es precisamente por esto que tienen una visión optimista de lo que les rodea.

Optimista en el sentido de que suponen que se puede aceptar todo lo que sucede sin rasgarse las vestiduras. No que supongan que todos van a ser millonarios o bien parecidos. De hecho, para los estoicos ser rico o guapo ni siquiera es importante. El ser virtuoso es el mayor y único logro importante, todo lo demás se puede tener o no, puede suceder o no… Será mejor ser rico que pobre y bien parecido que horroroso, pero nada más, en nuestra vida no tendría que tener más implicación que ese mejor. Un mejor relativo, ni mucho menos absoluto. Ya que lo fundamental, para los estoicos, es cómo nos tomamos las cosas, aceptar lo que nos sucede, sea lo que sea.