Lo invisible
Siguiendo con las ideas innovadoras que Aristóteles presentó respecto a la idea de belleza, que a pesar de que hemos asegurado que su teoría se fundaba en la pitagórica, por un lado, y en la socrática, por otro, sí que introdujo ciertas novedades, tenemos que remarcar que la idea más original que el Estagirita introdujo fue la de que solamente lo perceptible puede ser bello. Así, cuando presentamos las características que definían la belleza, junto a la proporción y orden nos encontrábamos con la limitación. De hecho, en la Metafísica Aristóteles asegura, recordemos, que nos gustan las cosas que tienen límites porque podemos verlas y tocarlas, porque se nos hacen perceptibles tanto a la razón como a los sentidos.
Y en la Retórica nos encontramos con la siguiente cita:
Descubrimos, en la cita anterior, que para Aristóteles un “período” es «agradable por ser contario al infinito». Es decir, la limitación es lo que lo hace agradable a nuestros sentidos, ya que lo convierte ante nuestros ojos u oídos como algo completo, algo que podemos abarcar, comprender.
Lo invisible también se percibe
Pero cuando hablamos que sólo lo que tiene límites, que solamente lo perceptible nos resulta bello, no quiere decir que únicamente lo que podemos tocar o ver tenga que ver con la belleza. Lo que oímos, también, claro. Y como ya hemos asegurado que también la razón está involucrada, no será bello tan sólo el canto de un pájaro, que lo percibimos a través del oído, sino que también el de un poema que escuchemos, que además de con el oído, lo percibimos a través de la razón.
En el caso de la poesía, entonces, o en el de los argumentos, la limitación tiene que ver con la memoria. Aquello que no se puede recordar por su extensión, no nos resultará bellos. Tanto las cosas como las obras deben tener la extensión apropiada para ser aprehendidas tanto por la memoria como por la imaginación.
Naturalmente, en la época de Aristóteles no existía la imprenta, creada unos cuántos siglos después, y mucho menos internet, así que la memoria era un elemento más vital de lo que podría ser ahora, que casi cualquier duda puede ser resuelta con un teléfono móvil con conexión a internet, independientemente del lugar donde estemos. Lo mismo sucede si queremos “recordar” un poema o alguna cita, que a través de Google encontraremos rápidamente.
Imagen: ohcosas.com