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El Realismo de Aristóteles

Publicado por Malena

el realismo de Aristóteles

Platón consideraba a las ideas como entes reales con existencia en si y por si, en un mundo inteligible separado del mundo sensible; y que eran trascendentes a las cosas, o sea, que estaban separadas de ellas.

Construyó su doctrina con elementos que tomó de Parménides y de Sócrates; y su pensamiento tuvo una gran importancia en la cultura occidental, sin embargo a pesar de sus esfuerzos, no pudo desprenderse de la confusión entre existencia y esencia.

Multiplicó los seres que para Parménides era solo uno, y hace partícipe al mundo sensible del mundo de las ideas, porque considera que las ideas y las cosas tienen algo en común.

Por otro lado, el mundo de las ideas, según su doctrina tendría que estar constituido por un número infinito de ideas, porque si cada cosa tiene su idea, de la cual es una copia imperfecta, el número de ideas tiene que ser igual al número de cosas, o sea que sería infinito.

Estos cuestionamientos sobre la teoría platónica fueron hechos en forma frecuente a lo largo de la historia de la filosofía y también por Aristóteles en su tiempo.

Aristóteles fue el discípulo más ilustre de Platón, pero acostumbraba a polemizar con su maestro.

Sus objeciones más conocidas se pueden reducir a seis.

1) Aristóteles consideraba innecesaria la duplicación del mundo que hacía Platón, porque pensaba que no era necesario que hubiera un mundo inteligible de ideas distinto y separado del mundo sensible.

2) El número de ideas tenía que ser infinito, porque se se necesitaba siempre otra idea para explicar la semejanza que existía entre dos cosas y eso implicaba un número infinito de ideas.

3) Si había ideas de cada cosa tenía que haber también ideas de las relaciones entre las cosas, relaciones que se perciben por medio de la intuición.

4) Si había ideas de lo positivo de las cosas que son, tenía que haber ideas de lo negativo de las cosas que no son o que dejan de ser.

5) La teoría de Platón no explicaba la génesis de las cosas, o sea cómo las cosas comienzan a ser.

6) Y la afirmación sobre la trascendencia de las ideas era para Aristóteles insostenible

Esta última observación es la más importante, porque todos los esfuerzos filosóficos de Aristóteles estarían centrados en traer de vuelta a las ideas platónicas al mundo sensible, desde el lugar trascendente del mundo inteligible.

No obstante, Aristóteles continuaría conservando los supuestos fundamentales del pensamiento de su maestro: la necesidad de la explicación del problema del ser de las cosas sensibles; de descubrir lo atemporal, inmóvil y permanente en ellas, porque el movimiento y el cambio son contradictorios; y de unir la esencia y la existencia, aunque se mantuviera una distinción conceptual entre ellas.

Aristóteles, para fundir las ideas trascendentes con las cosas del mundo sensible, partió de las cosas tal como se ven y se sienten y distinguió en ellas tres elementos:

1) la substancia

2) la esencia

3) el accidente

La substancia es el sujeto de la proposición, del cual se dice todo.

La esencia es todo lo que se dice de la substancia, o sea la suma de los predicados.

Hay dos grupos de predicados:

1) los que hacen a la esencia propiamente dicha porque si les faltara la cosa no sería lo que es y

2) el accidente, que aunque le faltara a la substancia seguiría siendo lo que es.

Aristóteles le dió a la substancia el sentido de totalidad a la cosa, con su esencia y con su accidente, y la denominó: lo individual.

Por lo tanto, para Aristóteles, desde el punto de vista metafísico, lo que existe en forma real son las substancias individuales, por ejemplo el hombre individual y no el hombre en general.

Fuente: “Lecciones Preliminares de Filosofía”, Manuel García Morente