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Ortega y Gasset sobre el Individualismo

Publicado por Malena

ortega y gasset sobre el individualismo

El individuo y la sociedad son inseparables porque el hombre solo, no puede existir. Si así fuera, tendría que resolver por si mismo todas las cosas que hoy forman parte de sus automatismos sociales y se perdería en un laberinto de ocupaciones destinadas exclusivamente a mantenerse vivo, con el agravante de no contar con los recursos instintivos de supervivencia que tienen los animales para hacerlo.

La palabra individualismo sólo describe una abstracción que es imposible en la realidad; y la palabra individuo tiene sentido en cuanto forma parte de la sociedad, porque por si sóla no tiene significado.

Ortega y Gasset alguna vez fue catalogado de individualista, posiblemente porque considera que toda sociedad incluye el necesario desarrollo del individuo, quien no debe ser aniquilado por lo social.

Este filósofo aclara este mal entendido, diciendo que existe la creencia de que el individualismo se caracteriza por no participar en lo colectivo y por no aceptar la voluntad general. Este tipo de individualismo es el recurso de los que no tienen afirmada su personalidad, no tienen convicciones propias ni desean que los demás lo comprueben.

Es en este sentido, que el individualismo es una negación de la vida social, como consecuencia de la propia negación de la vida individual.

Este individualismo no tiene nada para aportar a la sociedad; y posiblemente, si encuentra a otros con el mismo vacío interior, pueda agruparse y adherirse a una persona individual carismática.

Esto no tiene nada que ver con el verdadero individualismo que propone Ortega y Gasset, que significa el desarrollo del individuo como ser social para participar con su criterio en una sociedad que le a permitido a él desarrollarse.

Esta segunda acepción de la palabra individualismo, es la auténtica afirmación de la vida individual que hace posible la vida social de los individuos que componen una sociedad.

El individuo recibe de la sociedad toda su potencia para singularizarse y para poder integrarse a ella; y la dimensión de esa integración será proporcional al desarrollo individual, porque se es más social en la medida que se es más individuo y se es más individuo cuando se es más social.

Todo individualismo representa la afirmación del yo y responde a la intención de hacer algo, o bien es la actitud individualista del que no se ha desarrollado ni tiene convicciones propias que pretende lograr su autoafirmación pero sin hacer nada.

En el primer caso, los individuos se realizan, son dueños de si mismos y adquieren una dimensión social aglutinante con consentimiento para acordar normas de interés común; pero en el segundo caso, cuando no logran consumar la afirmación de su individualidad sólo pueden organizar una realidad social con individualidades que tampoco se han consumado donde no hay consentimientos sino abdicaciones, y que los llevará a adherirse a individualidades carismáticas.

Los fenómenos sociales que hacen que no haya individualidades con convicciones propias, Ortega los llama “cabilismo” y “banderías”, que son grupos muy inestables formadas por individuos que no tienen identidad propia, que tienden a adherirse a un jefe.

Estas colectividades que se caracterizan por la falta de individuos firmes y desarrollados, resulta frágil ya que se mantienen unidos por intereses ocasionales.

Se trata de una forma social sin individualidades que acuerdan sin discrepar, donde todos tienen las mismas apetencias y donde son todos iguales en todo y para todo.

No son grupos organizados de gente pensante sino bandos de personas individualistas sin convicciones que defenderán los intereses del jefe, siempre que coincidan con los suyos; y el poder del que manda es el que los mantendrá unidos.

Una sociedad puede ser pobre y desorganizada por falta de individualidades; y sólo mejorándola aumentarán las posibilidades de ser individuo.

El individuo necesita a la sociedad, a diferencia del animal, porque lo que tiene de humano es lo que tiene de social.

Fuente: “Ortega y Gasset, Vida Pensamiento y Obra, Edición Planeta DeAgostini, 2007.