Individualismo posesivo
El filósofo Crawford Borugh Macpherson sostiene que la democracia liberal es un tremendo error, no olvidemos que éste es el modelo político vigente en la actualidad por lo menos en el mundo occidental. La causa del error son sus raíces, tanto históricas como sociales, ligadas a lo que Macpherson llama individualismo posesivo.
Así las cosas, el pensador canadiense considera que el liberalismo precedió a la democracia, mientras que el individualismo posesivo es el antecedente del liberalismo. Es decir, existe una conexión mediada entre democracia e individualismo posesivo que, a decir de Macpherson son incompatibles. Precisamente en esta incompatibilidad es donde residirá el error.
El individualismo posesivo
Las bases de lo que es el individualismo posesivo fueron planteadas por Thoma Hobbes, que a pesar de no ser en puridad un liberal, sí que era individualista. Siguiendo sus premisas podemos definir el individualismo como una concepción de la esencia y la sociedad humana, por la que se considera al individuo como un ser propietario de su propia persona y capacidades, de manera que no debe nada por ellas a la sociedad. De esta forma, no se considera parte de un todo moral o social más amplio, si como un propietario de su persona. Esta será la fuente de la libertad, mientras tenga en propiedad su persona y sus capacidades, un individuo será libre.
Sociedad posesiva del mercado
De forma lógica, un tipo determinado de individuo formará una clase de sociedad. En este caso, es una sociedad formada por individuos propietarios de sí mismos y capacidades, que no deben nada a la sociedad, así que las relaciones entre sí serán del tipo de intercambios entre propietarios. Así que la sociedad política no será más que una herramienta para mantener la propiedad y el orden en esas relaciones de intercambio.
Dada la diversidad en energía, destreza o posesión entre los individuos, la sociedad posesiva del mercado no puede más que dividirse en clases: un pequeño grupo de poseedores que compran la “capacidad de trabajo” y la mayoría que se la vende.
Por último, en esta sociedad, por cómo se definen los individuos que la componen y las relaciones que tienen entre sí, prima la idea de la maximización de las utilidades, en el sentido de poseer más de lo que se tiene.
Con estos mimbres, Macpherson asegura que la democracia liberal corrompe los poderes individuales, en lugar de maximizarlos, su supuesta pretensión. Y es que el capitalismo moderno fracasa a la hora de maximizar las utilidades individuales.
Dos tipos de capacidades
Para Macpherson existen dos clases de capacidades: aquellas que están relacionadas con «el trabajo materialmente productivo»; y las que tienen que ver con «la creación estética o la contemplación […] la experiencia religiosa […] componer música […] o jugar a juegos de habilidad». Al estar el desarrollo de las capacidades vinculado a la posesión de los medios de trabajo, existirá siempre una disfunción, una diferencia entre las posibilidades que tienen la mayoría y la minoría desarrollar sus capacidades.
La democracia liberal, atrapada en su trampa, no ha podido escapar de este ethos individualista.
Fuente: La filosofía política del siglo XX; Michael H. Lessnoff
Imagen: individualismoposesivo.blogspot.com.es