Filosofía

La Democracia

Publicado por Malena

la democracia

La democracia es el sistema político que se basa en el principio de que toda autoridad emana del pueblo. Se caracteriza por la participación de los representantes de la sociedad en la administración del Estado y garantiza la libertad de los ciudadanos, la libre elección del gobierno y el control de los gobernantes.

Representa hasta ahora, la mejor forma de organización social que existe en el mundo.

Sin embargo, vivir en democracia no es fácil, porque es ruidosa y molesta, ya que la libertad individual que supone expone a los ciudadanos en general a vivir situaciones que los afectan.

Si bien el derecho de unos termina donde comienzan los derechos de los demás, la frontera que marca los límites suele ser imprecisa e irremediablemente esta condición puede producir choques o enfrentamientos que pueden alterar el orden social.

En una democracia, cada sector social tiene derecho a hacer sus justos reclamos, sin entorpecer el libre desempeño de los demás.

Sin embargo, una forma perversa de hacer valer los derechos es precisamente ocasionar perjuicios al resto de la sociedad para ejercer mayor presión y obtener la satisfacción de sus demandas.

Si bien la protesta puede ser legítima, lo ilegítimo es vulnerar la paz social y coartar la libertad del resto de los trabajadores y los derechos individuales.

Por otro lado, algunos grupos dentro de las fuerzas sindicales, aprovechan estas circunstancias para obtener réditos políticos o bien para desprestigiar a los gobiernos de turno.

En Argentina la democracia aún es joven y se mantiene firme a pesar de los intentos continuos de desestabilización.

Pero cada gobierno elegido por el pueblo ha tenido que luchar contra una oposición que deseaba que fracase.

Es importante que un gobierno tenga oposición y que exista una crítica constructiva, pero desear que el gobierno fracase para tener mayores oportunidades de ganar las próximas elecciones, no es oposición, es estar en contra del país y de todos los ciudadanos.

La oposición, lejos de ocuparse en construir un diseño inteligente de sociedad para el futuro, para cuando sean gobierno, dedican todas sus energías a destruir a los que están gobernando, sin importarles el costo.

Esta actitud es la que ha prevalecido desde que vivimos en democracia, porque en la carrera hacia el poder, destruir al enemigo es el objetivo, sin hacer ningún mérito para ganar las elecciones dignamente.

La gente entonces tiene que optar por el mal menor y no por un programa de gobierno bien hecho que contemple planes a largo plazo y que no sirva sólo para tapar agujeros y atender coyunturas.

Ningún gobierno aprovecha las cosas bien hechas de los gobiernos anteriores y se dedican a cambiarlas, perdiendo el país credibilidad y confianza.

Vivimos en un país de inmediateces, donde sólo se apagan incendios y donde no se proyecta nada para las generaciones venideras.

Un país sin proyectos es un país sin futuro y le pasa lo mismo que a un individuo con su vida, no tiene motivo para seguir existiendo y vive sumido en el estancamiento.

Copiemos el modelo de los países que se atreven a tener ideales y a luchar por ellos, porque creen que pueden hacerlo y lo hacen y respetemos la voluntad popular.

Votemos libremente y aceptemos al gobierno que elige la mayoría hasta el último día de su mandato. Porque si no lo hacen, los próximos gobernantes estarán destinados a sufrir lo mismo, una cadena de palos en la rueda que no los dejará avanzar, que hundirá aún más al país y que nos perjudicará a todos.