Cine y filosofía III: los personajes de Star Wars también cometen falacias
Hoy he leído en Facebook una de esas citas memorables del maestro Yoda, emblemático personaje de la saga de «ciencia» ficción titulada Star Wars. El maestro Yoda, como sabemos, es un bicho verde bastante carismático, bastante sentencioso. Pertenece a la orden de los Jedi. Los Jedi, por su parte, son una mezcla de filósofos, místicos, espadachines y superhombres con poderes como la telequinesis, entre otros. En cuanto a Star Wars, se trata de una saga de películas, en las que nos presenta la historia de como una república formada por una multitud de planetas federados se convierte en un Imperio dictatorial.
El maestro Yoda y la pendiente resbaladiza
La cuestión es que la cita del maestro Yoda era una falacia que se llama pendiente resbaladiza. La pendiente resbaladiza es una falacia informal que consiste en un argumento que parte de un hecho que es inocente o inocuo y que lleva a una consecuencia indeseable, a través de una cadena argumentativa en la que se establecen relaciones de necesitación entre una serie de hechos, sin dar pruebas de que tales relaciones se dan de hecho. La forma de este argumento es la siguiente: Si A, entonces B y si B, entonces C. Pero si C, entonces D. Por tanto, si A, entonces D.
Precisamente, en Star Wars episodio I: La amenaza fantasma, el maestro Yoda le esgrime un argumento de este tipo al pequeño Anakin Skywolker, quien al no tener formación en filosofía occidental y ser muy pequeño, no tiene recursos para poner al bicho verde en su sitio. Aquí la falacia de Mr. Joda:
Para que Yoda no estuviera siendo falaz, tendría que justificar las relaciones necesarias que establece.
Pero el maestro Yoda no es el único aficionado a las falacias en Star Wars.
Han solo y la falacia ad baculum
En nuestro blog dedicamos un artículo a hablar de la falacia ad baculum. Esta consiste en basar la conclusión de un argumento no en la validez, sino en la fuerza o en las amenazas. En Star Wars episodio IV, Han Solo intenta persuadir a R2-D2, un androide, de que se deje ganar a una especie de juego de ajedrez intergaláctico al que juega con Chewbacca, un wookiee. Veamos el modo de argumentar del piloto del Halcón Milenario.
Han Solo no apoya su sugerencia en razones, sino en la reacción violenta que Chewbacca, el wookiee con mala leche, podría tener contra R2-D2, el robot con aspecto de electrodoméstico luminoso, en caso de perder la partida.
La afición de Darth Vader a las falacias
Tal vez se deba a que tiene mucho diálogo o tal vez a que es malvado y no le interesa la verdad, sino la persuasión. Sea como fuere, Darth Vader es aficionado a las falacias. En efecto, en El Imperio contraataca, la quinta entrega de la saga, Darth Vader le plantea al Emperador Palpatine un falso dilema, esto es, reduce todas las opciones posibles a tan solo dos opciones. En este caso, la falacia de Darth Vader es esta: «se unirá a nosotros o morirá». Lord Vader se refiere a Luke Skyawalker, quien finalmente se limita a perder una mano, opción que este Sith excluye al plantear su falso dilema.
Pero esta no es la única falacia plantada por este guerrero ataviado con extraño casco negro. En esta misma entrega de la saga Darth Vader vuelve a argumentar de forma falaz. En este caso, comete una presunción de mala voluntad, esta vez contra su propio hijo, Luke Skywalker. La presunción de mala voluntad es una falacia que consiste en achacarle al oponente que dice lo que dice o que cree lo que cree porque no se ha preocupado de informarse, esto es, por desconocimiento. Veamos el modo de argumentar Darth Vader:
Blanco y en botella. Darth Vader le dice a su hijo que no abraza el lado oscuro de la fuerza porque desconoce su poder, obviando todas las razones y conocimiento que pudiera tener el joven Luke. De nuevo, Luke Skywalker no sabe nada de argumentación, por ello rebatirá a Darth Vader con ayuda de su sable láser.