Immanuel Kant – Biografía y Obra
Trasciende el nombre de un pequeño gran hombre
Este eminente filósofo del siglo XVIII(1724-1804) de origen alemán, nacido en la ciudad de Königsberg, al este de Prusia, en los límites de Rusia y Finlandia; fue otro gran sistematizador de la filosofía.
Vivió durante toda su vida en su ciudad natal donde murió a la edad de 80 años, sus últimos años con las facultades mentales disminuidas y en un estado de depresión física y mental.
Era un hombre sumamente metódico, solterón y meticuloso, de salud precaria, de no más de un metro y medio de estatura, extremadamente delgado, con el pecho hundido y el hombro derecho más alto que el izquierdo. Se dice que caminaba muy despacio hasta la universidad y era tan puntual para concurrir a su trabajo que sus vecinos no tenían necesidad de ver el reloj para saber la hora.
Criado en un hogar más que modesto, su padre y su abuelo fueron talabarteros, y rigurosamente cristianos protestantes, su filosofía recibió la influencia de su propia religiosidad.
Al terminar sus estudios secundarios ingresa a la universidad y para sostenerse se dedica a dar clases particulares como preceptor de familias nobles de las inmediaciones.
Posteriormente abandona la profesión de preceptor privado para entrar en la Universidad como docente, sin tener el título de profesor hasta los 46 años en que fue nombrado profesor ordinario.
En su etapa universitaria recibió influencias del racionalismo de Descartes y Spinoza y del empirismo de, Berkeley, Hume, y Leibniz y de la ciencias físico matemáticas a partir de Newton.
Los racionalistas que pensaban que la base de todo conocimiento está en la conciencia del hombre, los empiristas que proponían que la fuente del conocimiento del mundo son las percepciones, la experiencia o las sensaciones y la ciencia con los nuevos descubrimientos.
De estas tres grandes corrientes extrae Kant los lineamientos de su doctrina para plantear de una manera eficaz el problema del conocimiento y el problema metafísico.
Kant estaba de acuerdo en parte con las teorías que lo precedieron pero discrepaba en otras.
Coincidía en que tanto la razón como las percepciones tienen mucha importancia en la percepción del mundo, pero consideraba exageradas a ambas posturas.
Su obra cumbre fue “Crítica de la razón pura”, el texto filosófico más tratado de toda la literatura filosófica de todos los tiempos, que escribió tardíamente en su vida a la edad de 57 años.
A partir de esta obra publica “Crítica de la Razón Práctica, Crítica del Juicio, La Religión dentro de los límites de la Razón y otros libros de menor repercusión.
En la universidad enseña matemáticas, metafísica, lógica, ética y hasta geografía física, describiendo con tal exactitud aldeas y pueblos que no parece un hombre que nunca salió de su ciudad natal.
Según Kant todos los conocimientos sobre el mundo provienen de las percepciones pero también también el hombre posee un elemento racional que condiciona su forma de percibir.
Todo lo que percibimos son hechos que se producen en el tiempo y en el espacio, que son dos formas que tiene la conciencia de estructurar la realidad, anteriores a la experiencia. Es decir, que experimentamos el mundo como procesos en el tiempo y en el espacio que pertenece y esta es una cualidad de la constitución humana.
Quiere decir que según Kant, la conciencia moldea la realidad y nos proporciona una idea del mundo, y no sólo la conciencia se adapta a las cosas sino que las cosas también se adaptan a la conciencia.
Para Kant, la relación causa y efecto es una cualidad de la razón humana que rige siempre en forma absoluta porque el hombre capta racionalmente todo lo que sucede como una relación de causa y efecto.
Este filósofo sostiene que nunca podremos saber cómo son las cosas en sí mismas porque solamente podemos saber cómo son para nosotros.