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El Idealismo Trascendental de Immanuel Kant

Publicado por Malena

Kant Immanuel y el Idealismo Trascendental

Immanuel Kant, pone fin a la idea del ser en si, en forma radical

No hay objeto para conocer con una realidad trascendente, sin un sujeto pensante.

Para Kant, la filosofía principalmente es una teoría del conocimiento; y cuando habla de conocimiento se está refiriendo a una ciencia como la físico matemática de la naturaleza de Newton.

Esta ciencia está constituida por juicios, o sea enunciados objetivos de una cosa, que pueden ser analíticos y sintéticos.

Los juicios analíticos enuncian verdades irrefutables como por ejemplo: El triángulo tiene tres ángulos; y en cuanto a los sintéticos, son enunciados que tienen que ser comprobados con la experiencia, por ejemplo: El calor dilata los cuerpos.

Los juicios analíticos no dependen de la experiencia, o sea que son “a priori” de los hechos y se basan en el principio de identidad que dice que todo objeto es igual a si mismo. Estos juicios son universales, válidos en todo tiempo y espacio, verdaderos y necesarios.

La base de la legitimidad de los juicios sintéticos es la percepción sensible, son verdadero en tanto se puedan comprobar con la experiencia, quiere decir que su validez está limitada, son particulares y contingentes, o sea, no necesarios.

Los juicios analíticos no nos permiten descubrir nada nuevo y los sintéticos tampoco porque están limitados al presente.

Por lo tanto, Kant propone que es indispensable que los juicios de la ciencia sean a la vez sintéticos y “a priori”.

Significa que el conocimiento científico debe ser “a priori” o analítico, producto de una intuición intelectual y también sintético avalado en el aquí y ahora por la experiencia.

El conocimiento consiste en una serie de enunciados, cada uno de los cuales incorpora un nuevo saber a los que ya han sido alcanzados.

Los juicios sintéticos comprobados por la experiencia, no tendrían ningún valor si sólo tuvieran el fundamento de la percepción sensible, tendrían solamente una validez precaria y nadie estaría seguro de lo que enuncian.

En su libro de 700 páginas, “Crítica de la razón pura”, Kant trata de contestar si son posibles los juicios sintéticos y “a priori” en la matemática, en la física y en la metafísica, y toda la filosofía de Kant se centra en estas tres preguntas.

En matemática, en física, en metafísica todo el conocimiento humano está formado por juicios sintéticos y “a priori, o sea obtenidos por intuición, fuera del análisis conceptual y del razonamiento e independientes de la experiencia.

El espacio “a priori” independiente de la experiencia, es la condición para que las cosas sean objeto de conocimiento.

El espacio “a priori” es el supuesto de la geometría porque los conceptos geométricos se construyen, no se definen.

Se puede aplicar la geometría a todas las cosas de la experiencia que están en armonía perfecta entre la construcción mental geométrica y la realidad.

El espacio es la forma de la sensibilidad y nuestra capacidad de sentir le da a las sensaciones la forma del espacio, que es la forma “a priori” de todas las cosas.

El espacio y el tiempo son la condición de la posibilidad de las cosas, es algo que proyectamos en los objetos dándoles el carácter de espaciales que luego encontramos siempre en la experiencia.