Filosofía

Idiolecto

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

idiolectoEl idiolecto es el lenguaje hablado por un individuo. Yo tengo mi propio idiolecto, que es único, como las huellas dactilares. Y, del mismo modo, cada cual tiene su propio idiolecto. En los últimos años los idiolectos han despertado el interés filosófico. Esto se debe a que la relación existente entre los estados intencionales de un individuo y su idiolecto están estrechamente relacionados. En este sentido se puede decir que el idiolecto es la alianza por la que la filosofía del lenguaje y la filosofía de la mente están unidas en laico e intelectual matrimonio.

¿De dónde vienen los idiolectos?

Si has leído las entradas acerca del argumento del lenguaje privado o sobre el lenguaje del pensamiento, puedes estar tentado a pensar que el idiolecto de un individuo es un lenguaje privado que solo ese individuo entiende. Algo así como un lenguaje extra social. Pero este no es el caso. Es muy tentador tirar por esta senda, pero mejor es no seguirla. Y es que, como mostró Tyler Burge en su día, pensar que los idiolectos se forman socialmente no es una incongruencia. Desde este punto de vista, estudiar el idiolecto de un individuo es lo mismo que estudiar la ejecución y la competencia lingüística de dicho individuo. De este modo, el idiolecto de un individuo se constituye socialmente y no tiene que ver con la idea de un lenguaje privado o del lenguaje del pensamiento.

Idiolecto y concepción sobre un idiolecto: no confundir

Un error importante, derivado de no tener en cuenta las consideraciones anteriores es la que confunde el idiolecto con la concepción acerca del lenguaje de un individuo. Un idiolecto es un objeto. Es algo que anda por ahí y que estudiamos, para aprender sobre él. Por ejemplo, el lenguaje de Esteban Galisteo es un objeto, es un idiolecto. El lenguaje que se habla en Córdoba (España), también es un objeto de estudio. Es un sociolecto. Por otra parte, podemos tener una concepción acerca de un objeto, como por ejemplo una concepción de los idiolectos. Noam Chomsky, por ejemplo, tiene una concepción individualista de los idiolectos. Él piensa que los idiolectos los constituye el individuo. Por su parte, Tyler Burge tendría una concepción social de los idiolectos, como hemos dicho más arriba. Como queda claro aquí, las concepciones acerca de los idiolectos no son idiolectos. Del mismo modo que la concepción que tengamos acerca de los números no es un número.

Donald Davidson y los idiolectos

Donald Davidson ha mantenido que en realidad el lenguaje, entendido como un sociolecto, no existe. Todo lo que hay son idiolectos. De este modo, cuando conversamos con nuestros amigos y vecinos, lo que hacemos es interpretar su idiolecto, de modo similar a cuando hablamos con un extranjero. Habría una diferencia de grado: es más fácil interpretar a nuestro vecino que interpretar a un extranjero. Con respecto a este asunto mantuvo una discusión con Michael Dummett, para quien la negación de la existencia del lenguaje es inadmisible. Esta discusión fue bastante fructífera.

El impacto de los idiolectos en la comunicación

Los idiolectos, al ser únicos para cada individuo, juegan un papel crucial en la comunicación. Cada persona tiene una forma única de expresarse, que se refleja en su idiolecto. Esto puede incluir el uso de ciertas palabras o frases, un acento particular, o incluso la forma en que se estructuran las oraciones. Esta singularidad puede ser una fuente de riqueza en la comunicación, ya que permite una gran diversidad de expresiones y perspectivas. Sin embargo, también puede ser una fuente de malentendidos o confusiones, especialmente cuando las personas tienen idiolectos muy diferentes.

La evolución de los idiolectos

Los idiolectos no son estáticos, sino que evolucionan con el tiempo. Esto puede ser el resultado de muchos factores, como los cambios en el entorno social, la exposición a nuevas formas de lenguaje, o el desarrollo personal. Por ejemplo, una persona puede adoptar nuevas palabras o frases que escucha en la televisión o en las redes sociales, o puede cambiar su forma de hablar a medida que se muda a una nueva ciudad o país. Esta evolución constante de los idiolectos es una de las razones por las que el lenguaje, en general, es un fenómeno tan dinámico y fascinante.

Los idiolectos y la identidad

Finalmente, es importante destacar que los idiolectos están estrechamente vinculados a la identidad de una persona. La forma en que hablamos es una parte integral de quiénes somos, y puede reflejar muchos aspectos de nuestra personalidad, antecedentes y experiencias. En este sentido, el estudio de los idiolectos puede proporcionar una visión valiosa no sólo sobre el lenguaje, sino también sobre la identidad humana y la diversidad cultural.