El Sentido Estético y sus leyes biológicas
El arte es una expresión de belleza y sentido estético que varía en cada individuo porque la percepción es subjetiva y depende de leyes biológicas.
Es difícil determinar valores estéticos universales comunes, pero si se puede decir que todos estamos diseñados para poder apreciar la armonía.
Expertos de la Universidad de California, San Diego, que investigan el cerebro y la cognición, elaboraron en 1994 una lista de leyes de la estética.
Una de ellas por ejemplo, es la ley de la agrupación, que se refiere al esfuerzo que hace el cerebro en darle una forma con significado a una cantidad de datos aparentemente inconexos; y este resultado positivo que proporciona satisfacción al hombre, podría tener su origen en señales en los centros de placer del sistema.
La capacidad para distinguir objetos significativos entre datos confusos es una facultad que nos permite localizar posibles peligros en la naturaleza para nuestra integridad física.
Otra de las leyes de la estética es la ley de la simetría. Los seres humanos podemos apreciar la simetría que también es una herramienta para la supervivencia, y que hace posible realizar con antelación la acción apropiada; y las asimetrías corporales también pueden indicarnos problemas de salud. Pero lo que si se puede afirmar es que la atracción hacia la simetría es universal.
Otra de las leyes es la que se pone en evidencia frente a un estímulo super normal. Se puede observar en las crías de gaviotas, cuando necesitan comida. Golpean el pico de su madre, un estímulo marrón con una mancha roja que significa madre con alimento. Aunque esta misma conducta puede desencadenarse frente a cualquier otro objeto con esas mismas características sin ser la madre.
Nicolás Tinbergen (1907-1988) investigador de la Universidad de Oxford, estudió este fenómeno hace más de cincuenta años y pudo demostrar que podía provocar un mayor entusiasmo en los polluelos cuando le mostraba un trozo de cartón largo y delgado con tres líneas rojas en la punta, en lugar del pico auténtico de sus madres.
Estas reacciones se podrían explicar por la forma en que se conectan entre si las células perceptoras de la visión que son estimuladas con mayor intensidad.
Otro principio de la estética es el llamado desplazamiento del pico, que se puede ver en las caricaturas.
Las caricaturas enfatizan los caracteres que distinguen una cara de otra, haciéndolo exagerado y muy evidente y este mecanismo es de origen neuronal.
Doris Tsao de la Universidad de Harvard demostró que algunas neuronas de monos tienen una respuesta selectiva a los rostros de cada mono en particular y se excitan ante una caricatura de uno de ellos con mayor intensidad que ante el original.
Otra ley de la estética es la del aislamiento, que explica por qué al hombre le atrae más un esbozo de un dibujo de un desnudo que una fotografía en color explícita de una persona desnuda.
Esta conducta está determinada por un amplio mecanismo neurobiológico que polariza la atención hacia la información más importante dejando los demás elementos de lado.
Es decir que un esbozo de un dibujo bien hecho se destacará de otra información subordinada como el color, la forma, la estructura y provocará la dirección de toda la atención a lo esencial, en este caso el cuerpo humano.
Otro principio de la estética es la satisfacción por descubrir objetos ocultos y no explícitos; porque la búsqueda produce alegría, no sólo el descubrimiento.
Los diseñadores y los artistas suelen utilizar estos trucos y por esta razón suelen enriquecer sus obras con datos ambiguos, omisiones y paradojas.
Por ejemplo, en las obras de Salvador Dalí suelen hallarse muchos de estos trucos en varios sectores de sus obras.
De acuerdo a estas leyes, los seres humanos tienen la capacidad cerebral para percibir la armonía y para distinguir lo esencial de lo superfluo aún en medio de la ambigüedad y la confusión de los estímulos, y siente gran satisfacción cuando descubre algo significativo oculto.