Mitos de Grecia Antigua
Los mitos griegos eran los relatos de las hazañas llevadas a cabo por los héroes; y de los hechos extraordinarios que realizaban los dioses.
Eran relatos tradicionales surgidos de representaciones colectivas, ocurridos miles de años atrás en el tiempo, en una época de oro no histórica ni cronológica.
Los dioses para los griegos estaban inmersos en cada una de las cosas, eran la realidad misma; y representaban un paradigma o modelo de ser.
Sus historias tenían un sentido educacional e incluían elementos fundamentales y esenciales de una cultura; que posteriormente se convertirían en fábulas con significado universal.
El mito tiene un contenido amplio que puede ir cambiando de generación en generación manteniendo su significado sustancial.
El mito es una creencia que se manifiesta en la literatura griega de distintas épocas a través de las obras épicas de Homero o Hesíodo, de los poemas líricos de Arquilo, Minermo, Somónides o Píndaro, o de la Tragedias de Esquilo, Eurípides o Sófocles; que a su modo representan cosmovisiones diferentes.
El mito tiene un significado simbólico latente que se puede interpretar de distintas maneras según la época.
Originalmente los mitos se transmitían de boca en boca ya que no existía el alfabeto.
Recien cuando aparece la escritura y con ella las leyes escritas y los valores convencionales; estos cambios dan comienzo a una nueva forma de discurrir, mediante el uso de la razón, situación que produce la necesidad de la referirse a los acontecimientos concretos, y de disminuir la referencia a los dioses.
El mito está relacionado íntimamente con el rito y en efecto, se observa una reiteración de los mitos en los cultos de la historia del mundo y del hombre.
Los mitos están constituidos por elementos reales y ficticios. Lo real es su correspondencia con los aspectos profundos de la realidad y lo ficticio es que el hecho en si mismo tal vez no haya ocurrido nunca.
En definitiva, el mito expresa tanto lo sobrenatural y permanente como lo que siempre ocurre y ocurrirá en la realidad como paradigma de todas las épocas, quedando estructurada de este modo la esencia real de una situación cósmica.
Los primeros filósofos que investigaron los mitos fueron los presocráticos de la antigua Grecia, que trataron de entrelazar las dos formas de pensamiento con preeminencia del logos y basados en un mito previo.
El pensamiento mítico es una forma en que se revela el Absoluto como divino.
Los investigadores modernos consideran a los mitos como relatos de historias verdaderas que ocurrieron en el principio de los tiempos y que sirvieron como modelo de comportamiento en las sociedades primitivas; diferente del pensamiento civilizado intelectualista, que muchos pensadores han intentado integrar como una forma esencial del pensamiento colectivo.
Carl Gustav Jung (1875-1961) relacionó el contenido de la psique humana con los mitos y sus símbolos y con el inconsciente colectivo; y Sigmund Freud, relacionó el contenido de los sueños con los símbolos arquetípicos, manifestación de las experiencias humanas colectivas.
La mitología se nutre de relatos simbólicos; y la dimensión mitológica además de ser una forma de entender a los dioses es a la vez la fuente de transmisión de ideas y costumbres que provienen de tradiciones antiguas; en tanto que los rituales son un modo de experimentar las realidades mitológicas.