Las máscaras y sus símbolos
Las máscaras son símbolos importantes en muchas culturas que expresan poderes sobrenaturales. Han sido utilizadas desde tiempos remotos y siguen siendo utilizadas, en rituales sagrados y eventos sociales, para la celebración de ceremonias de índole religioso, y en bailes y obras teatrales, para otorgarles un sentido simbólico y mágico.
Las formas de las máscaras se inspiran en la naturaleza y según la cultura pueden representar animales o humanos. En algunas culturas, las máscaras pueden representar a los ancestros, espíritus de la naturaleza o incluso conceptos abstractos como la belleza, la sabiduría o el valor.
En algunos rituales el portador de la máscara simboliza el espíritu que lo protege y generalmente son los brujos de las tribus los que las utilizan con la intención de ser poseídos por él. En otros representan deidades o seres mitológicos y el que las porta debe respetar los rigurosos procedimientos para su confección para que su poder pueda ser controlado.
Las máscaras simbolizan las necesidades, los miedos y las inquietudes de una comunidad y representan el deseo del hombre de ocultarse y a la vez de manifestarse transformado, escondiendo su identidad para revelarse en forma diferente. En este sentido, las máscaras también pueden ser vistas como una forma de liberación, permitiendo a las personas expresar aspectos de su personalidad que normalmente mantienen ocultos.
Han sido utilizadas para propiciar la fecundidad de la tierra y la abundancia de las cosechas, para triunfar en las guerras, curar enfermos, castigar a los criminales y para mantener el equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal. En algunas culturas, las máscaras también se utilizan en rituales de paso, marcando la transición de una etapa de la vida a otra, como la pubertad, el matrimonio o la muerte.
En China se utilizan máscaras de dragones principalmente en las festividades de Año Nuevo. En Japón, las máscaras Noh y Kabuki son esenciales en el teatro tradicional, cada una con su propio significado y propósito.
África es el continente donde las máscaras tienen gran valor simbólico, siendo utilizadas para rituales de fertilidad, de iniciación y también en los funerales en los que se intenta atrapar la fuerza vital de alguien que muere para evitar que haga daño a los vivos, honrar al muerto y conectar su espíritu al espíritu universal; y su aspecto aterrador tiene el objetivo de ahuyentar a los espíritus malignos.
En los países africanos, las máscaras son honradas por los habitantes, quienes les brindan ofrendas. En países asiáticos las máscaras representan dragones y animales mitológicos.
Los aztecas les atribuían poderes mágicos y las utilizaban para proteger a los muertos, acentuando sus rasgos con piedras preciosas. Las máscaras precolombinas eran piezas artísticas de piedra con valor sagrado.
En la selva amazónica de Perú y Brasil, algunas tribus elaboran máscaras de madera decoradas con plumas y semillas con formas de animales inspirados en sus mitos. En el Norte de los Estados Unidos y Canadá existen nativos que tallan sus máscaras con la madera de un árbol vivo al cual le tienen que pedir permiso para su confección. Si el árbol le da su consentimiento ellos le ofrecen tabaco en señal de agradecimiento; y la danza aumenta el efecto del espíritu que representa la máscara.
En Nueva Guinea, los nativos utilizan máscaras con forma de lechuza que son las encargadas de cuidar a los niños. En Costa de Marfil y Malí, se realizan rituales nocturnos con máscaras que se asemejan a cocodrilos con cuernos de antílope, símbolos de la buena relación entre los vivos y los muertos.
En la mayoría de los rituales africanos con máscaras solo intervienen hombres y la calidad de las máscaras depende de la categoría a la que pertenecía el fallecido.
Se supone que fueron los griegos los que comenzaron a emplear máscaras en Occidente, para las festividades y en los teatros; y posteriormente fueron utilizadas también por los romanos. En la actualidad, las máscaras venecianas simbolizan el carnaval, festividad a la que asisten desde el medioevo los aristócratas.
Fuente: Revista “Muy Interesante”