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El Origen de las Religiones

Publicado por Malena

el origen de las religiones

El hombre se distinguió entre los animales por su vida simbólica, su necesidad de trascendencia, la creación de mitos y la práctica de algún ritual o culto religioso.

Religión significa religare o sea el intento de sentirse parte del contexto al que se pertenece, por medio de una creencia.

La capacidad simbólica propia del hombre lo lleva a atribuir un significado diferente a la realidad material que lo rodea, y la humanidad comenzó a trascender lo físico al iniciar prácticas que no se relacionaban solamente con la supervivencia.

Existen registros de gráficos de hace treinta mil años que describen el diario acontecer de nuestros antepasados. Estas pinturas rupestres son un enigma ya que no solo se relacionan con los medios de subsistencia y con el entorno sino que esconden cuestionamientos, preocupaciones y manifestaciones de otra índole, como representaciones no figurativas que van más allá de lo objetivo.

A partir de docemil años antes de nuestra era aparecen dibujos de una realidad organizada, con una forma de ver el mundo y un sistema de representación complejo rico en mitología.

En general se reconoce que existe un rasgo fundamental en la humanidad que es el origen común de la religión y el arte.

Se podría afirmar que los rituales funerarios marcan el comienzo de rituales con un contenido religioso, ya que se trata de la interpretación de la muerte, su cuestionamiento y consecuente reflexión que incluye la posibilidad de una vida después de la vida y la creencia en el espíritu de los muertos.

Los enseres domésticos, alimentos y objetos ornamentales que acompañan la tumba de los muertos permiten inferir que de alguna manera creían que sus seres queridos seguían viviendo en otro mundo.

Ocho mil años antes de nuestra era, comenzaron a hacerse más frecuentes los lugares destinados a las sepulturas y la creencia en el más allá se fue afirmando.

El culto a los muertos continuó con la construcción de los megalitos que se consideran los primeros monumentos funerarios.

En China se ha encontrado un yacimiento arqueológico con cráneos y mandíbulas inferiores, que es considerado el lugar más antiguo del mundo, conocido, que tiene una antigüedad entre trescientos y cuatrocientos mil años.

La importancia del cráneo en las sepulturas hace suponer que se debe a la relación con la creencia ancestral sobre la localización del alma en la cabeza.

Se estima que la existencia de verdaderas sepulturas data de setenta a cincuenta mil años antes de Cristo.

El comienzo de la historia da paso al lenguaje escrito y al conocimiento de una gran cantidad de creencias coherentes y fantásticas leyendas sobre el origen del mundo.

La vida humana se identificaba con el reino vegetal. Los hombres son engendrados, crecen y terminan regresando a las entrañas de la tierra cuando mueren.

El culto a la fecundidad de la diosa Madres es uno de los más antiguos; y la luna, que también se relacionaba con la tierra y las cosechas también era considerada una divinidad.

Los mitos sobre la creación a partir del caos abundan al comienzo de la historia y la base fue la lucha del bien y el mal debido a la doble naturaleza del hombre.

En el libro del Génesis, los hebreos enfatizaron la relación con Dios y en segundo lugar consideraron el conocimiento del cosmos y los mitos sobre el origen del mundo.

En los primeros capítulos del Angituo Testamento figuran narraciones similares a tradiciones antiguas orales de otras culturas.

Dios ordenó el caos existente y creó el mundo en seis días, luego creó al hombre y del hombre hizo surgir a la mujer.

Ambos habitaron en el paraíso; pero Eva quiso ser como Dios y probar del fruto del árbol del conocimiento, prohibido por Dios y Adán hizo lo mismo, siendo condenados a abandonar el paraíso y vivir en la tierra obligados a ganarse su sustento; convirtiéndose ese acto de rebeldía en la condición humana y en el comienzo de todos los males del mundo.

El diluvio universal fue un medio de purificación enviado por Dios a los hombres que vivían en el pecado. Este mito, como medio de purificación con la oportunidad de un nuevo comienzo moral, es común a los mitos de otras culturas.