Reencarnación-Primera Parte
La teoría de la reencarnación es una de las creencias más antiguas del mundo, casi tan lejana en el tiempo como la idea de la existencia de la vida después de la muerte. Esta creencia ha sido parte integral de varias culturas y religiones alrededor del mundo, y ha influido en la forma en que las personas entienden la vida, la muerte y la existencia misma.
Para los católicos, el hombre sólo tiene una vida en la tierra, luego, cuando muere va al Cielo con Dios o al Infierno. En el juicio final el hombre resucitará entre los muertos en cuerpo y alma y si está libre de pecado vivirá eternamente en el Cielo una vida parecida a la tierra pero perfecta, con un cuerpo semejante al de Cristo resucitado, más etéreo.
La resurrección para los católicos tiene algunas coincidencias con el significado de la reencarnación para los orientales. El hombre resucita para vivir una vida más elevada, feliz y eterna sin estar esclavizado por la materia que nos caracteriza ahora. Existe la idea de una evolución en este concepto, que también existe en las religiones orientales y que sabemos acepta la ciencia con respecto a la naturaleza y a todo el universo.
Los católicos creen en el Purgatorio, instancia que permite liberarse de los pecados. El Purgatorio para los occidentales representa lo que los orientales creen como la reencarnación en la tierra, una oportunidad de liberarse del pecado para unos y del karma o condicionamiento de vidas anteriores para otros.
El karma y el pecado son términos que tienen puntos en común. El pecado es todo acto, pensamiento u omisión pecaminosa mientras que el karma es un concepto más amplio ya que todas las conductas, tanto las buenas como las malas producen karma que se hereda en la vida siguiente, condicionamiento que hay que superar para lograr la iluminación.
Además de las religiones orientales, la reencarnación también es una creencia central en varias tradiciones espirituales y filosóficas de la antigüedad, como el gnosticismo, el maniqueísmo y ciertas corrientes del judaísmo místico. En todas estas tradiciones, la reencarnación es vista como un proceso de purificación y evolución espiritual.
Los protestantes interpretaron al Infierno como una separación eterna de Dios mientras el Cielo significa estar para siempre con Él, en tanto que la reencarnación simboliza la oportunidad de encontrar el camino de regreso a Dios.
Actualmente hay un resurgimiento de esta creencia independientemente de la religión que adopten las personas, seguramente por la difusión de doctrinas orientales a partir de la década de los años sesenta; y por el mayor conocimiento de otras religiones.
Existe mucha evidencia que ha sido confirmada y comprobada, en la experiencia de niños que hablan de sus antiguos padres durante una vida anterior, que recuerdan a sus parientes, que saben localizar sus hogares en lugares que no conocían, que pueden señalar diferencias edilicias que había en otras épocas y revelar lugares donde guardaban objetos valiosos.
Posteriormente, cuando crecen van olvidando estas cosas, centrándose más en el presente. Los adultos, logran recordar vidas anteriores a través de sus sueños o en estado de meditación. También mediante experiencias denominadas “déjà vu, sensación de haber vivido antes lo mismo, y lo más espectacular es por medio de la hipnosis, práctica que existe hace más de un siglo.
También se ha descubierto la vida pasada de un sujeto en sesiones grupales espiritistas o en grupos de personas con sensibilidad especial que actuaban en forma independiente entre si.
El Dr. Ian Stevenson, del Departamento de Medicina y Psiquiatría Conductista de la Universidad de Virginia, ha realizado trabajos de investigación sobre estos hechos, logrando registrar cerca de dos mil casos de experiencias de reencarnación en varios países del mundo, como India, Ceilán, Líbano, Alaska o Gran Bretaña.
La teoría de la reencarnación sostiene que en existencias futuras se pueden encontrar personas con las se han mantenido estrechos vínculos afectivos, ya sean buenos o malos, mientras el Catolicismo nos dice que en el Cielo tendremos la oportunidad de encontraremos con todos nuestros seres queridos.
El concepto de karma se extiende también para pueblos, sociedades o grupos de todo tipo, tanto amigos como enemigos, de manera que antiguos antagonismos o bien afinidades podrían continuar existiendo durante muchas vidas.
Fuente: “Reencarnación-Creencias ancestrales y testimonios modernos”, de David Christie-Murray, Ediciones Robin Book, SL, Buenos Aires, Argentina, 1993
(Continúa Segunda Parte)