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Ciencia y Reencarnación

Publicado por Malena

ciencia y reencarnación

El médico psiquiatra Ian Stevenson, fallecido en 2007, que trabajaba en la Universidad de Virgina, Estados Unidos, pasó gran parte de su vida investigando más de dos mil quinientas historias sobre experiencias de vidas pasadas; hechos que consideraba dignos de ser analizados y estudiados científicamente.

Los casos más significativos son los testimonios de niños que afirman recordar haber tenido otra identidad, otro domicilio y otros padres, con los cuales, ni él ni su familia jamás habían tenido oportunidad de conectarse.

Las religiones orientales, como el Hinduismo y el Budismo creen que la vida es un constante renacimiento que guarda una relación evolutiva en función al conocimiento.

La conciencia sobrevive al cuerpo y se reencarna en otro, para continuar un proceso destinado a salir de la ignorancia. Una vez que se ha alcanzado la plena conciencia, termina el ciclo y se puede descansar en un estado ideal de iluminación que ellos llaman Nirvana.

Pero una creencia milenaria no es suficiente para la ciencia, que necesita datos precisos para comprobar esta hipótesis con los hechos. En este sentido, la ciencia se ha esforzado en buscar evidencias empíricas que respalden la teoría de la reencarnación. Se han realizado experimentos de regresión hipnótica, en los que se intenta llevar a la persona a recuerdos de supuestas vidas pasadas. Sin embargo, estos métodos han sido criticados por su falta de rigurosidad y la posibilidad de que los sujetos estén simplemente imaginando o inventando recuerdos.

La documentación recopilada por el Dr.Ian Stevenson, guarda ciertas características que se repiten en casi todos los casos. Se trata de familias donde hay un niño o una niña de dos a seis años, que cuentan experiencias que parecen corresponder a otras vidas, que no poseen ninguna conexión con el presente.

Algunas de estas familias tratan de corroborar los relatos de los niños con la realidad y otras intentan disuadirlos para que no hablen más de ello, pero todos los recuerdos de los niños finalmente parecen disolverse con el tiempo en el olvido.

Estos casos suelen abundar en personas de determinadas culturas que no necesariamente creen en la reencarnación. El Dr. Stevenson estudió cincuenta y dos experiencias de reencarnación en Turquía y las comparó con veintiocho testimonios obtenidos en Sri Lanka y con cuarenta y siete relatos de miembros de una tribu de Alaska.

Pudo constatar que las características de las experiencias de vidas pasadas parecen depender de las convicciones de las personas, por lo cual, según este investigador, las creencias podrían determinar nuestro destino; es decir, que si uno cree que regresará de acuerdo a determinadas expectativas, lo que se conoce en Psicología como profecía autocumplida, la realidad en la próxima vida será transformada según nuestros deseos o miedos.

A pesar de que muchas de las experiencias estudiadas resultan cuestionables, el desaparecido astrónomo Carl Sagan, estimaba que los testimonios de Stevenson eran dignos de ser investigados a pesar de la debilidad de sus argumentos.

Algunos psicólogos atribuyen estas experiencias a fantasías infantiles sugeridas por los padres, como en los casos de los amigos imaginarios que tienen algunos niños.

El libro más conocido de Stevenson fue “Veinte casos que hacen pensar en la Reencarnación”, que fue publicado por su propia Universidad, que contiene detalles de los relatos, pero que no cumple con los requisitos del método científico ni tiene en cuenta la influencia de la cultura.

Por otro lado, la interpretación de los relatos y la deformación de los hechos debido a la traducción de este libro, pueden haber modificado su contenido con respecto a lo que realmente le ha acontecido verdaderamente a los testigos.

La pregunta que todos nos hacemos es ¿por qué no recordamos todos haber vivido otras vidas y solo lo logran algunos?

En Oriente estos recuerdos parecen ser espontáneos, pero en Occidente se pueden lograr mediante regresión hipnótica. También en estas experiencias se han descubierto fraudes, mientras otros datos más precisos han aportado pruebas cuestionables y poco consistentes.

Sin embargo, también existen misterios que no tienen explicación posible, como personas que pueden hablar lenguas que no conocen en esos estados de trance.

Según las religiones orientales, el proceso de reencarnación forma parte de las leyes naturales del cosmos.

Por mi parte, no quiero creer en la reencarnación ya que no me parece atractiva la idea de regresar, más bien comparto la teoría de Carl Gustav Jung, que propone la existencia de un inconsciente colectivo contenido en los genes, que se manifiestan en determinadas condiciones y hace posible estos fenómenos conocidos como recuerdos de vidas pasadas.

Por lo tanto, si lo que ocurre después de esta vida es lo que deseamos, me veo transitando por el túnel hacia la Gloria, dispuesta a pasar una temporada en el Purgatorio, si fuera necesario.

Fuente: «Vidas Pasadas», Miguel Ángel Sabadell, Revista Muy Interesante, junio 2010, con más información.