¿Qué es un hecho?
Obsérvese (1) y (2)
(1) Mi calculadora tiene 13 teclas grises.
(2) Un elefante rosa y un unicornio con dos cuernos discuten sobre el sentido de la vida todas las tardes.
Hay muchas diferencias entre (1) y (2), pero lo que aquí nos interesa es que (1) es un hecho, mientras que (2) no lo es. Por supuesto, que (2) no es un hecho queda patente porque en este mundo no hay elefantes rosas ni unicornios bicornes y, es más, de haberlos difícilmente discutirían sobre el sentido de la vida. No obstante, esto último es mera especulación. Respecto de (1) puede surgir una duda. En efecto, al leer (1) el lector puede decir: «pero yo no tengo calculadora». Bien, no importa, pues en (1) «mi» va por «Esteban Galisteo» o por «el que escribe estas líneas». De modo que, si resulta más fácil, podemos sustituir (1) por (3):
(3) La calculadora del que escribe estas líneas tiene 13 teclas grises.
Lo que hace que (3) – y también (1) – sea un hecho es que expresa algo que ocurre o ha ocurrido. Y, del mismo modo, (2) expresa algo que no está ocurriendo ni tampoco ha ocurrido. Pero podemos decir más con respecto a (3) – y a (1) – y (2).
Posibilidades
A simple vista (2) es falsa o ni verdadera ni falsa (según la teoría de la verdad que cada cual abrace). Ahora bien, pensemos en (4)
(4) Posiblemente un elefante rosa y un unicornio con dos cuernos discuten sobre el sentido de la vida todas las tardes.
A diferencia de (2), (4) es verdadera o falsa con toda seguridad. Es verdadera si hay algún mundo posible en el que cada tarde un elefante rosa parlante y un unicornio bicorne parlante se reúnen a discutir sobre el sentido de la vida. Es falsa si no hay tal mundo posible. Bien, esto suena a cuento chino y, probablemente, muchos lectores se sentirán a estas alturas muy confusos o, en el peor de los casos, pensarán que esto es un absurdo sinsentido. Pero no lo es. Pensemos en (5)
(5) Posiblemente salga premiado el 33.333 en el próximo sorteo de la ONCE.
(5) es verdadera sin necesidad de que se haya celebrado «el próximo sorteo de la ONCE». Lo que hace de (5) una proposición verdadera es que hay un mundo posible en el que el 33.333 sale premiado. Es una posibilidad y las posibilidades son mundos posibles. Y el hecho de que participemos en estos sorteos muestra que, de alguna manera, creemos en ello, consideramos (5) una proposición verdadera, aun cuando no salga el 33.333 en el próximo sorteo de la ONCE.
Hechos
Las posibilidades que suceden en el mundo actual son hechos. El mundo actual es el mundo en el que nosotros vivimos. De hecho, nosotros somos hechos y participamos en algunos de los hechos que componen el mundo actual. Los hechos, como queda dicho en la primera línea, son también posibilidades. Son las posibilidades que se dan en este mundo. Pensemos un mundo posible en el que hay una contrapartida mía con una contrapartida de mi calculadora, la cual tiene 14 teclas grises en lugar de 13. Llamaremos a este mundo M2, a nuestro mundo, M1. Pensemos ahora en (6).
(6) Posiblemente la calculadora del que escribe estas líneas tiene 13 teclas grises.
(6) es verdadera tanto en M1 como en M2. Es verdadera en M1 porque, de hecho, mi calculadora tiene 13 teclas grises, esto es, porque (6) es una posibilidad que se da en M1 o lo que es lo mismo, porque tanto (1) como (3) son verdaderas. Por su parte (1) y (3) son falsas en M2. A su vez, en M2 (6) es verdadera porque expresa la posibilidad de que la calculadora de M2 tenga 13 teclas grises y eso significa que hay un mundo posible en el que tiene 13 teclas grises, a saber, M1, nuestro mundo, el mundo actual. Ahora bien, ¿qué hace que (1) y (3) sean falsas en M2? Muy sencillo, estas expresan que la calculadora del que escribe estas líneas tiene, de hecho, 13 teclas grises, esto es, afirma que (6) es la posibilidad que se da en M2. Decir tal cosa en M2 falso. (1) – y (3) – no es un hecho de M2.