Nietzsche – Aforismos
Nietzshe fue un pensador que se atrevió a enfrentar a toda una tradición moral con la propuesta de una nueva forma de voluntad del hombre que terminara con la hipocresía de una sociedad decadente y enferma.
No sólo cuestionó los valores sino todo pensamiento racionalista dogmático como el de Kant y Hegel.
Más allá del bien y del mal, más allá de cualquier forma de metafísica, la verdad y la sabiduría están dentro de uno mismo.
A través de su personaje Zarathustra, Nietzsche trata de producir el cambio radical del alma humana, para lo cual hay que prescindir primero de toda idea previa y de toda estructura aprendida, porque son éstas las que condicionan al hombre.
Nietzsche pregona el fin de los ídolos, de las creencias y de las doctrinas y enfrenta a la religión y a los ideales de una sociedad que sólo son espejismos que nos alejan de nosotros mismos.
En tiempos de paz el hombre violento se agrede a si mismo. En este caso Nietzsche afirma que el hombre expresa su interioridad con cada uno de sus actos, de manera que todo acto externo depende de la interioridad de un sujeto que es proyectada fuera de si mismo, y si el entorno es pacífico se vuelve en su contra.
Los ganadores no creen en la suerte. Nietzsche niega la existencia del azar porque está convencido que el hombre es el que decide su destino y no tiene ninguna excusa.
No se puede amar a una sola persona, ni siquiera a Dios, porque quedan afuera todos los demás. Nietzsche comparte el pensamiento que entiende el amor como una actitud hacia el mundo y no como el sentimiento hacia alguien en particular. El amor como forma de relación general y no un sentimiento único hacia otro.
Todas las cosas son los límites que tiene el hombre; cuando llega a conocerlas podrá también conocerse él mismo. El hombre sabio se conoce a si mismo y por ende puede trascenderse como hombre y comprender todo lo demás.
Una sola persona no es dueña de la verdad pero dos que piensan lo mismo están más cerca de tener razón. Es fácil equivocarse porque el hombre se aferra a ideas de otros pero puede que no esté tan errado cuando hay otro que piense lo mismo.
Ganar es maravilloso más que nada porque nos libera del miedo a perder. Las derrotas no afectan a los vencedores, solo a los perdedores.
Quien alcanza un ideal por el ideal mismo, lo trasciende. Si somos honestos con nosotros mismos y somos fieles a nuestras propias metas, llegaremos mucho más lejos.
La sensualidad espiritual se denomina amor. Amor sólo describe una relación que incluye el cuerpo y el alma.
El otro lado de la compasión por el sufrimiento del prójimo es la desconfianza en la felicidad del otro. No sólo hay que compadecer al prójimo cuando sufre sino también hay que alegrarse por su felicidad.
Muchas veces la sensualidad se adelanta a la maduración del amor, de manera que la raíz queda poco profunda y es fácil de arrancar. El amor espiritual se arraiga mucho más que la sensualidad y permanece más tiempo vivo.
Nietzsche estaba conmovido por el compromiso con la verdad de la obra de Schopenhauer, compartiendo su pesimismo metafísico según el cual la voluntad del hombre sufre en forma permanente por no poder satisfacer sus deseos; coincidiendo también en que la única posibilidad de paliar ese sufrimiento que es propio del ser humano, es la música.