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Filosofía de Descartes

Publicado por Malena

Filosofía de Descartes

Sólo hay certeza en el pensar, según Descartes.

René Descartes (1596-1650), nació en Francia y tuvo la oportunidad de abrir un nuevo camino en la filosofía después de la antigua escolástica y a la luz de la modernidad.

Las enseñanzas que recibió Descartes se ajustaban al modelo escolástico, que trataba de articular en forma racional el contenido de la religión cristiana; pero para él la la deducción de conclusiones a partir de principios dogmáticos, nunca podría permitir descubrir algo nuevo.

Descartes gustaba de las matemáticas, por la certeza y evidencia de sus razones y fue un estudiante distinguido que se recibió de bachiller en derecho canónico y civil.

Su padre deseaba que se dedicara a la política y las expectativas de la sociedad para una persona de su condición, eran que debía ocupar cargos eclesiásticos o ingresar en el ejército. Eligió así alistarse en el ejército, a pesar de sentirse ajeno a la situación política de su época

Por esos años conoció al científico holandés Isaac Beeckman que influyó notablemente en su vida intelectual; al poco tiempo abandonó el ejército y una noche, durante su estancia en Alemania, el filósofo tuvo tres sueños en los cuales se le reveló el camino que debía seguir en el futuro, porque tuvo la certeza que debía dedicar el resto de su vida a la ciencia.

Descartes intuyó aquella noche que su procedimiento analítico podía extenderse a la totalidad de la naturaleza que permitiría expresar cualquier fenómeno natural en términos matemáticos.

Posteriormente emigró a Holanda donde residiría la casi totalidad del tiempo que le quedaba de vida y los años que pasó en ese país constituyen el período de apogeo intelectual de Descartes.

Para entonces se reencontró con Beeckman y había diseñado una maquina para tallar lentes hiperbólicas, pero la dificultad para encontrar colaboradores le hizo abandonar el proyecto.

Se centró en el estudio de las leyes matemáticas de la reflexión y refracción de la luz y también se interesó en Anatomía.

Logró solucionar el célebre problema de Pappus, con su trabajo matemático, lo que le significó poder destacarse entre los matemáticos de su época.

Su obra cumbre “El Discurso del Método” fue la introducción de tres ensayos filosóficos donde sentaba las bases de una nueva metodología en el estudio de las ciencias naturales.

Para Descartes, la razón sólo puede desarrollar sus capacidades mediante el concurso del método adecuado, porque la facultad racional carece de fuerza por si sola.

La filosofía para Descartes es un saber global y se extiende a todo lo que un ser humano puede saber.

El método de Descartes son ciertas reglas básicas para llegar al conocimiento de la verdad, y es el pensamiento y no el mundo quien impone esas leyes.

La primera regla del método es la de la evidencia. Sólo deberá aceptarse aquello que se presente con toda evidencia.

La segunda regla es la del análisis en su sentido global. Se deben tomar las dificultades de los problemas y analizarlas hasta encontrar sus constituyentes básicos.

La tercera regla es la de la síntesis, que consiste en ordenar los pensamientos desde lo más simple a lo más complejo.

La cuarta regla es la de la enumeración que consiste en realizar revisiones exhaustivas de los pasos seguidos para obtener certidumbre intuitiva que pruebe la solidez de la argumentación.

Descartes basa su nueva filosofía a partir de un principio absolutamente cierto del que no sea posible dudar; llevando la duda al extremo, es decir dudando sistemáticamente de todo.

Descartes propone el posible carácter ilusorio de la realidad basado en el hecho de la imposibilidad de distinguir con absoluta certeza un sueño de la realidad.

Finalmente encuentra algo que puede resistirse a toda duda y que es una certeza: el propio yo.

El yo pensante es la verdad absoluta, el principio absolutamente cierto y la certeza de la propia existencia que se obtiene a través del pensamiento no es producto de una deducción sino fruto de la intuición

Para salir de ese solipsismo, Descartes nos dice que Dios es la sustancia infinita y las sustancias finitas sólo podemos conocerlas por sus atributos, nunca por sí mismas.

El atributo principal del hombre es el pensamiento. Para Descartes, cuerpo y mente son dos realidades constitutivamente distintas.