Solipsismo
Cuando cursaba el Máster en Filosofía contemporánea, en la Universidad de Granada, tuve un profesor que decía algo así como que los puntos de vista verdaderamente interesantes desde un punto de vista filosófico eran los puntos de vista radicales. No sé si tenía razón, pero lo cierto es que lo más pintoresco de la filosofía son los puntos de vista radicales. Y este es el caso del solipsismo, que es un punto de vista filosófico radical, acerca del mundo y del conocimiento.
¿En qué consiste el solipsismo?
El solipsismo consiste en la sorprendente creencia de que todo lo que hay es la propia conciencia y todo aquello a lo que llamamos «la realidad» son contenidos de la propia conciencia. Dado que el resto de seres con conciencia son, desde este punto de vista, contenidos de mi propia conciencia, postular la existencia de estos es un atrevimiento teórico sin fundamento. El solipsismo es un producto de la filosofía moderna, la cual fue iniciada por Descartes. Pero veamos a continuación cómo se fue formando esta idea desde que Descartes dijo «¡Aquí estoy yo!»
Descartes y el idealismo epistemológico
Un buen día Descartes escribió que nuestro conocimiento era conocimiento de ideas. Y así nació el idealismo epistemológico. Resulta que cuando que mi conocimiento acerca de la forma, tamaño y color de mi ordenador, no es, en realidad, conocimiento de mi ordenador, sino de la idea de mi ordenador, la cual se ha formado en mi conciencia a partir de lo que percibo. Así que el contenido de mi conocimiento son las ideas de mi conciencia.
Los empiristas y el idealismo metafísico
Durante muchas décadas Descartes fue el nova más en filosofía, de ahí que los empiristas sacaran consecuencias metafísicas del idealismo epistemológico. Su abanderado más rocambolesco fue George Berkeley, quien pensaba que, en realidad, el mundo que llamábamos externo a la mente no existía con independencia de nuestra mente. Es decir, en realidad andar por el mundo es muy similar a andar por la mente.
Reacciones ante el solipsismo
Parece ser que durante algún tiempo en el pasado, y hasta no hace mucho, en realidad, el solipsismo fue el punto de vista que todo el mundo aceptaba, pues era evidentemente verdadero. Sin embargo, los filósofos pronto se dieron cuenta de que si el mundo era contenido de su conciencia, entonces pagar impuestos era producto de su imaginación, de ahí que se percataran de que el solipsismo era una creencia evidentemente falsa. A partir de este momento, son muchos los filósofos que han criticado este erróneo punto de vista.
Tipos de solipsismo
En filosofía podemos distinguir diversos tipos de solipsismo. El solipsismo metodológico o epistemológico es la creencia de Descartes, según la cual el conocimiento es conocimiento de mis propias ideas, de mis propios contenidos mentales. El solipsismo metafísico, sería el de Berkeley, según el cual, aquello a lo que llamo mundo externo es dependiente de mi conciencia. Más reciente, es el solipsismo lingüístico, desarrollado por L. Wittgenstein en el Tractatus. Según este punto de vista, mi lenguaje y mi mundo coinciden. Finalmente, está el solipsismo metodológico, según el cual cualquier sujeto puede llegar a cualquier conocimiento y/o descubrimiento por sí solo, sin ayuda.
Imagen: Juan Alberto Aguilar Diaz