Sócrates y el Método
Para salvar su vida pudo haber pedido clemencia, pero prefirió ser fiel a su conciencia.
Sócrates fue un filósofo griego, nacido en Atenas en el siglo IV a. de C., figura fascinante y casi mítica que no dejó nada escrito.
Maestro de Platón, era un sabio interesado por la moral, con un interés exclusivo por el tema de la virtud, a la que consideraba una consecuencia de la sabiduría.
Platón fue el encargado de transmitir sus conceptos, convirtiéndolo en el personaje principal de sus “Diálogos”, lo cual impide delimitar la doctrina socrática de la platónica.
De origen humilde, hijo de un escultor y una comadrona, fue un perseguido político a pesar de haber sido siempre defensor de la democracia.
Se le condenó a muerte bajo la acusación, corriente en esa época, de “introducir nuevos dioses” y de “llevar a la juventud por caminos equivocados». El relato de su juicio y su muerte se hallan reflejados en la “Apología” y el “Fedón” de Platón.
Sócrates es el primer filósofo que habla de un método en filosofía, la mayéutica, que significa interrogación, o sea que el método de la filosofía de Sócrates consistía en preguntar.
Por ejemplo: ¿Qué es la valentía? Y observar las contradicciones de cada definición que surja de cada uno hasta llegar a una verdad, que no obstante, nunca será perfecta.
En Atenas la filosofía tomó un giro muy importante en esta época, pasando de los filósofos que se centraban en la naturaleza a los que orientaban su interés en los seres humanos y sus roles en la sociedad. Por esta razón Sócrates marcó un hito en la historia de la filosofía.
Sócrates era considerado una persona enigmática y de aspecto poco agradable, pero interiormente, se decía en esa época, era maravilloso.
El objetivo de Sócrates era aprender de la gente. Le gustaba conversar y preguntar como si nada supiera, y en el transcurso de esa conversación lograba quien hablaba con él se diera cuenta de las fallas de su razonamiento.
Intuitivamente era un verdadero psicólogo, tratando de que la gente viera sus propias contradicciones.
Pensaba que cualquiera puede entender cosas complejas solamente con el pensamiento racional.
Esta manera de actuar, poniendo en evidencia las incoherencias en que incurrían las personas significaba muchas veces dejarlas mal paradas y con la idea de haber pasado por tontos en público.
Por eso, con el tiempo, para muchos de los que les importaba más la opinión ajena que su oportunidad de aprender Sócrates pudo convertirse en alguien desagradable.
Sócrates no apoyaba a la clase dominante ni colaboraba en ningún sentido con ellos, por el contrario acostumbraba a desafiar a los poderosos, actitud que llegó a costarle la vida.
No quiso escuchar a sus amigos que le proponían huir para salvar su vida, porque habría hecho algo en contra de la justicia que lo había condenado según la ley, aunque el fallo de los hombres hubiera sido injusto.