La Física Cuántica y el Misticismo
Uno de los representantes del nuevo paradigma es Fritjof Capra, porque la física cuántica ha provocado un cambio, ampliando la visión del mundo y obligando a replantearse las ideas clásicas.
Para la física moderna el concepto de materia es distinto que el concepto de sustancia elemental de la física tradicional.
Los adelantos de la física actual llevan a tener una cosmovisión parecida al misticismo oriental y en su libro”El Tao de la física” (1975), Fritjof Capra se ocupa del análisis de esas similitudes.
En “Más allá del Ego”, compilación de textos de Abraham H. Maslow y otros, Capra trata de explicar dos temas que constituyen parte de la perspectiva de la física moderna y del misticismo oriental: la idea de la unidad espiritual y material y la interrelación mutua de todos los acontecimientos y las cosas; que constituye la característica dinámica del universo, su fluidez, movimiento y cambio continuo intrínseco a las cosas.
La física tradicional posee un punto de vista mecanicista del mundo, proveniente de la filosofía griega, que considera la materia constituida por elementos básicos, los átomos, movidos por fuerzas externas de origen generalmente espiritual, distinto de la materia y esta forma de pensar fue la que sentó las bases del dualismo entre la materia y el espíritu.
Posteriormente Descartes, profundiza ese dualismo con una visión de la naturaleza dividida en mente y materia y la ciencia, considera al mundo material como un conjunto de objetos distintos, unidos para funcionar.
Esta visión mecánica de la realidad la utiliza Newton como fundamento de la física clásica, perspectiva opuesta a la del misticismo oriental, que considera que los fenómenos integran una totalidad, siendo todo lo que percibimos aspectos de una misma realidad.
La tendencia del mundo científico occidental, de percibir las cosas y al hombre como entidades separadas es una ilusión que proviene de la inclinación humana a medir y categorizar. No obstante, la física clásica es útil para la vida cotidiana..
Uno de los conceptos importantes de la teoría cuántica es el reconocimiento de la probabilidad como característica básica del comportamiento de los átomos.
Las partículas subatómicas no existen en lugares determinados sino que tienen la tendencia a existir (Heisenberg, 1963). Estos hechos no ocurren con certeza en momentos y formas definidas, son probabilidades de interconexiones entre los procesos de preparación y de medición más que probabilidades de cosas; significa que estas propiedades cambian si se modifican esos procesos.
En una observación, para definir cualquier sistema atómico debe estar aislado, pero para observarlo debe interactuar.
Dentro del encuadre de la teoría cuántica, la entidad física separada solamente se puede definir si se encontrara a una distancia infinita de la observación, cosa que es imposible en la práctica pero tampoco necesaria, porque no es imprescindible que una entidad física aislada sea definida con exactitud, sino que se puede hacer en forma aproximada, ya que cuando se trabaja con grandes distancias entre la preparación y la medición, los efectos sobre el objeto que se observa, son mínimos.
Si la distancia es poca, la influencia sobre el objeto es mayor y todo el sistema forma un todo, desapareciendo la idea de un objeto separado.
Esta teoría demuestra que no se puede dividir el mundo en elementos con existencias independientes. La materia está hecha de partículas pero éstas no son partes separadas, son conceptos que pueden ser útiles desde el punto de vista práctico pero que no tienen significado fundamental. (Niels Bohr, 1943, P.57) dice que son abstracciones, porque sus propiedades sólo se pueden definir y observar a través de su interacción con otros sistemas.
A nivel atómico, los objetos físicos son secuencias de probabilidades de interconexiones.
El mundo es una compleja red de relaciones de un todo unificado, que se combinan, alternan y se superponen, determinando la forma del todo (Werner Heisenberg 1963, p.96).
Esta es la manera casi idéntica en que los místicos orientales vivencian el mundo expresándolo casi con las mismas palabras: La interconexión recíproca del mundo incluye esencialmente al observador humano y a su conciencia. .
En física atómica no se puede hablar de la naturaleza sin hablar también de nosotros mismos (Heisenberg 1963, P.75) y la idea del hombre como participante de los procesos es básica en el misticismo oriental.
Fuente: “Más allá del Ego, Abraham Maslow y otros, 2da.edición Kairós, 1985