El Arte Fotográfico
Un fotógrafo con su cámara es un aventurero a la búsqueda de su mejor fotografía. Es básicamente un observador que vive al compás de lo que registran sus ojos que revela realidades y significados que pueden estar mucho más allá de las imágenes.
El arte de la fotografía es aprender a mirar y ver el significado oculto de todas las cosas.
A pesar de los adelantos tecnológicos la fotografía no depende tanto de ellos, porque un artista fotográfico prioriza más su objeto que su cámara que sólo es un medio para perpetuar su mirada y la complejidad de su máquina puede provocarle la pérdida de una buena foto.
Este moderno arte, más que un arte se puede transformar en una verdadera pasión porque reduce la realidad a un sólo momento que encierra todos los momentos y todos los actos de ese instante; y representa un corte transversal en la línea del tiempo.
El arte de la fotografía permite vivir la vida más intensamente al brindar el poder de revivir los hechos que conmueven y emocionan y tomar plena conciencia de ellos.
Las fotos esclarecen el pasado revelando por medio de una síntesis de imágenes una biografía diferente y desconocida.
Son expresiones subjetivas que abarcan recuerdos olvidados, emociones sentidas e infinidad de historias interrumpidas o acabadas que han dejado sus huellas.
Todos los fotógrafos tienen su propio estilo, que revela su forma de ver el mundo, su punto de vista, su manera de pensar y sentir desde las primeras imágenes.
Este arte es una manera de salir de si mismo porque ayuda a interesarse y a comprender al otro, porque es una actividad que favorece el vínculo con la realidad.
Sacar una foto no implica gran esfuerzo, aunque se decida preparar la escenografía. Exige mucho menos que el arte de la pintura, es una tarea mucho más rápida que se puede rehacer todas las veces que sean necesarias desde distintos ángulos, en pocos minutos, a distintas horas del día, con más o menos personas o destacando la soledad de un ausente.
Una foto es el resultado de la observación de un instante en el tiempo y el espacio; y como en la pintura es también un dibujo de una realidad.
Saber captar el objeto es importante pero también lo es, poder sugerir lo que no aparece.
El escritor percibe una realidad y la cuenta, el pintor la dibuja o la pinta y el fotógrafo le saca una foto; porque la realidad que les interesa está en cada lugar que miran.
Un fotógrafo tiene gran necesidad de conocer lugares y tiene que tener la libertad de ir en su búsqueda con una cámara para poder expresar cómo piensa y siente con sus fotos.
La fotografía tiene la capacidad de detener el tiempo y de conservar cada instante, es un cuadro del proceso de la vida que nos revela como hemos sido, nos muestra el transcurrir de las estaciones, nos recuerda las casas donde hemos vivido y los cambios de las modas; y además tiene el poder de mantener vivos a los muertos de la mejor manera, llenos de vida, cuando aún no se concebía su ausencia.
Si el tiempo se relaciona con el espacio, tal vez de la misma manera, de algún modo, cada instante quede grabado para siempre y cada experiencia, cada lágrima, cada sonrisa, cada triste o feliz evento quede registrado eternamente; y alguna vez, cuando se pueda viajar en el tiempo, los seres humanos puedan revivir esos momentos.