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Parménides y el Principio de Identidad

Publicado por Malena

Parménides y el Principio de Identidad

Parménides provocó un fenómeno no deseado, el hombre fragmentado.

Parménides comienza su obra refutando la teoría del continuo cambio de Heráclito; y sin quererlo descubre el principio de identidad. La realidad no puede ser una cosa y luego otra, porque esta afirmación está en contra de toda lógica.

Parménides es un gigante de la filosofía que contribuye con un aporte colosal que todavía hoy en día perdura.

La contradicción que vio en la filosofía de Heráclito era que todo lo que nos muestran nuestros sentidos no es lógico y no se puede comprender con la inteligencia.

Este concepto ya era suficiente como para que el pensamiento de Parménides pasara a la inmortalidad, pero sus aspiraciones fueron mucho más allá y se atrevió a elaborar una doctrina propia inspirado por el descubrimiento de esta contradicción.

De modo que a partir de la lógica irrefutable de que el ser no puede nunca no ser, propone como una consecuencia inapelable, que el ser es uno solo y que nunca comenzó ni terminará jamás, porque por lógica no pudo ni llegará alguna vez no ser.

Por las mismas razones, el ser no tiene extensión alguna ni bordes y tampoco se mueve.

Parménides se daba cuenta, a pesar de sus afirmaciones, que la realidad era muy diferente a la descripción lógica que él hacía; que el mundo se caracterizaba por la diversidad, los cambios y el movimiento; por lo tanto llegó a la conclusión heroica de que todo lo que captamos con nuestros sentidos es ilusorio.

De esa manera extrae otra conclusión no menos original que propone la existencia de dos mundos, uno que se puede entender con el intelecto y otro que se puede sentir con los sentidos pero que no se puede comprender con la razón.

Es decir, que lo único que tenemos para comprender lo que verdaderamente Es, es nuestro pensamiento racional y no necesitamos ninguna otra cosa.

Para Parménides el Ser es exactamente idéntico al pensamiento lógico y crea con este criterio, el fundamento del pensamiento de Occidente que perdura aún en nuestros días.

Marca un nuevo rumbo muy significativo en la filosofía, porque a partir de este filósofo el hombre se separa de la naturaleza y le costará aceptar que forma parte de ella.

Desde Parménides, la única forma de llegar al conocimiento del ser es con la razón, o sea, con nuestra intuición intelectual.

La concepción de Parménides de un ser quieto, que continúa predominando en Occidente, no alcanza en la actualidad para comprender la realidad, a la luz de los nuevos descubrimientos. Por esta razón la ciencia ha tenido que recurrir a la verificación estadística para poder avanzar en la investigación de los fenómenos vivientes.

El predominio de la razón ha influenciado en el desarrollo de Occidente, generando el fenómeno de la deshumanización debido al predominio de la teoría sobre la práctica.

La naturaleza no se puede ajustar a patrones fijos e inmutables, porque es cambiante y difícil de predecir. Los avances científicos han sido importantes pero el hombre ha perdido su integridad en el camino y su relación con la naturaleza.