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La Metafísica de Parménides

Publicado por Malena

la metafísica de Parménides

El problema de la metafísica es tratar de contestar la pregunta ¿quién existe? ¿Qué es lo que existe?, dejando de lado las cosas aparentes que no tienen existencia en sí mismas porque derivan de otras o están contenidas en otras.

Parménides de Elea revoluciona la filosofía griega y logra una verdadera hazaña que aún perdura en nuestros tiempos.

La filosofía de Parménides se relaciona estrictamente con el pensamiento de Heráclito, porque es la manifestación de su reacción contra ella.

Parménides analiza la solución que propone Heráclito al problema metafísico, al afirmar que la realidad fundamental es el devenir, el cambio, el perpetuo fluir de las cosas; y se da cuenta que según este concepto, una cosa es y no es al mismo tiempo, o sea que el ser deja de ser lo que es para convertirse en otra cosa, siendo esto una contradicción lógica, un absurdo, algo ininteligible e imposible.

De esta forma descubre uno de los fundamentales principios lógicos del pensamiento: el ser es, el no ser no es, que luego será denominado principio de identidad.

Este aporte de Parménides fue suficiente para que fuera considerado un filósofo extraordinario y le sirvió como base para su metafísica.

En virtud del principio de identidad, que nadie puede negar, puede afirmar que ese ser es único, porque no puede haber dos seres, porque uno sería ser y el otro no ser; es eterno, porque si no lo fuera tendría principio y fin, y tener principio y fin implica que antes y después de ser era no ser y lo que es, no puede ser y no ser.

El ser es inmutable, no puede cambiar porque si cambia deja de ser lo que era para no ser y eso es una contradicción.

Es ilimitado, o sea infinito, y no está en ninguna parte porque si estuviera en un lugar significaría que hay algo más extenso que él que lo contiene y si tuviera límites, después del límite sería otra cosa.

Es inmóvil, porque moverse quiere decir estar en un lugar y trasladarse a otro y el ser no está en ningún lugar.

Por lo tanto, para Parménides, el ser es único, eterno, ilimitado, inmutable e inmóvil.

Sin embargo el Universo es completamente diferente, por lo que Parménides saca la conclusión de que este mundo es una ilusión de los sentidos, una percepción ilusoria.

Para Parménides hay un mundo sensible y un mundo inteligible y es en ese instante en que comienza la distinción, el dualismo que continúa aún en nuestros días.

El mundo sensible es el de los sentidos, que es ininteligible, absurdo, contradictorio y falso, porque todo cambia, tiene principio y fin, movimiento y límites.

El mundo inteligible es el del pensamiento, ese es el mundo auténtico, porque para Parménides, ser y pensar es una y la misma cosa.

Para conocer sólo tenemos el pensamiento lógico y formal y las cosas que están fuera del pensamiento son idénticas a mi pensamiento; es decir, que no necesito salir de mi mismo, porque las propiedades esenciales del ser son idénticas a las propiedades esenciales del pensar.

La importancia histórica de la filosofía de Parménides no se puede negar, porque es el que descubre el principio de identidad y el que identifica el ser con el pensar.

A partir de ese filósofo continúa rigiendo la idea de que la verdad del ser está en la razón, la intuición intelectual o la intuición volitiva, o sea en nuestro espíritu; pero la concepción estática del ser comienza a quedarle chica a la ciencia.

Fuente: Lecciones Preliminares de Filosofía, Manuel García Morente