«The Walking Dead»: «el hombre es un lobo para el hombre»
Ayer dedicamos una entrada a un diálogo filosófico que aparecía en el capítulo cuarto de la cuarta temporada de «The Walking Dead», era relativo a la cuestión metafísica de la identidad personal. El caso es que, desde que antes de ayer empezara a ver la cuarta temporada de esta serie de televisión, he seguido viendo más capítulos. Y en algunos de ellos he encontrado materia para tratar en nuestro blog. Este es el caso del capítulo ocho, titulado «Sin esperanza». En este capítulo vemos al hombre en estado de naturaleza, cuando no existe un estado ni una autoridad que evite que el egoísmo nos lleve a masacrarnos, tal y como el mismo Thomas Hobbes lo hubiera relatado.
«El hombre es un lobo para el hombre»: Hobbes y el estado de naturaleza
Thomas Hobbes defendió, hace algunos añitos ya, que debía existir un poder absoluto, encarnado en el rey, que evitaría, sobre todo, que los hombres se mataran unos a otros guiados por su egoísmo natural. Así justificaba la monarquía absoluta como forma de organización política. Para Hobbes, los hombres eran naturalmente mezquinos, así que fue él quien popularizó una vieja sentencia: «Homo monini lupus est», «el hombre es un lobo para el hombre». Hobbes entiende que, por nuestra propia seguridad cedemos nuestra libertad a un monarca, pues eso garantiza la supervivencia, una vida llevadera, progreso, etc.
The Walking Dead
En «The Walking Dead» nos pintan un mundo post-apocalíptico en el que los estados han desaparecido y, con ellos, la autoridad. Los seres humanos viven en un estado de naturaleza, tal y como este es retratado por Thomas Hobbes. En efecto, su situación es precaria y están o solos o en grupos, que se alían con un objetivo común. Asimismo, aunque se dan casos de ayuda, lo normal es la rapiña y la lucha entre ellos. En este estado de naturaleza gobierna la fuerza, la ley del más fuerte.
Como no podía ser de otra manera, reproducimos a continuación un interesante diálogo de este capítulo 8.