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La Pobreza Extrema

Publicado por Malena

la pobreza extrema

Ciento sesenta dirigentes mundiales se reunieron en el mes de setiembre de dos mil, en las Naciones Unidas; y se propusieron el gran desafío de hacer algo para erradicar del mundo la pobreza, el hambre y las enfermedades.

Los ocho objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) figuran incluidos en la Declaración del Milenio y parecen estar dando muy buenos resultados.

Después de diez años de haber ingresado en el segundo milenio, los principales objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) parecen haberse cumplido en gran medida y haber demostrado que es posible erradicar enfermedades y también la pobreza extrema.

El esfuerzo mundial hasta ahora había sido infructuoso, pero los secretarios generales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, que fue el que propuso estos objetivos y Ban Ki-moon que los defiende a rajatabla, están determinados a que estos propósitos participen del compromiso internacional para poner fin a la pobreza extrema que resulta fatal.

Es sabido que todos los intentos internacionales terminan siendo insuficientes y fallan en su implementación, resultando desorganizados y propensos a caer en la corrupción; contrastando con los objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), que se destacan por su claridad, audacia, practicidad y por ser incuestionables.

Por todas estas razones, tienen la aprobación absoluta de todos los estados miembros de la ONU, hasta el punto de haberse convertido en los principios fundamentales de los proyectos de desarrollo de los países pobres; la mejor estrategia para que los países que les brindan ayuda puedan asistirlos y en la más eficaz práctica operativa para las organizaciones no gubernamentales (ONG) del planeta.

Jeffrey D. Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, fue convocado en 2002 para dirigir el Proyecto del Milenio de la ONU, para encontrar la forma de alcanzar los objetivos del desarrollo del milenio; y pudo descubrir que tanto el empresariado mundial como las comunidades científicas del mundo estaban dispuestas a realizar el esfuerzo de hacer efectivo dichos objetivos, como disminuir la hambruna, hacer posible la escolarización, evitar la mortalidad infantil, parar las pandemias, etc., con recursos, planificación e instrumentos realistas.

Por ejemplo, parte del sexto objetivo se refiere al control de la malaria. A tal efecto, Ban Ki-moon, secretario de la ONU, tuvo a su cargo elaborar la estrategia de acción y en 2008, recurrió a la ONU, a sus estados miembros y a la sociedad civil para organizar una lucha en común contra el paludismo.

La clave fundamental era la distribución gratuita de mosquiteros con un componente insecticida de larga duración, además de brindar el tratamiento farmacológico correspondiente ante cualquier caso puntual de aparición de la enfermedad.

Se distribuyeron cerca de doscientos millones de mosquiteros y se pudo constatar que la mortalidad por causa del paludismo descendió en forma estrepitosa.

Los fabricantes hicieron el esfuerzo de lograr disponer de ese producto a gran escala, considerando que a fines del 2010 ya estaría satisfecha la demanda.

En setiembre de 2009, el presidente de los Estados Unidos se comprometió frente a la ONU colaborar para hacer realidad los objetivos del desarrollo del milenio (ODM); haciendo efectivo en 2010, desde el Banco Mundial un nuevo fondo para el desarrollo de la agricultura, con el propósito de estimular la producción de los pequeños productores y reducir el hambre; medida que puede llegar a duplicar la producción de alimentos en poco tiempo.

El manejo del dinero está bien dirigido y controlado; y este primer enfoque puede aplicarse a otras situaciones de carencia como la escolarización obligatoria, el acceso a los sistemas de salud, la electrificación del campo con energías renovables y la disminución de la mortalidad por parto.

Los resultados logrados hasta ahora son sólo el comienzo y requiere la elaboración de nuevas estrategias que armonicen con la voluntad política de los países involucrados comprometidos; ya que los objetivos cumplidos demuestran que es posible terminar en el mundo con la pobreza extrema.

Fuente: Investigación y Ciencia, “Los Objetivos del desarrollo del milenio, un decenio después”, Jeffrey D. Sachs.