La Filosofía es conciencia
Si usted es una persona que no desea inquietarse y le apetece quedarse tranquilo y sentirse seguro y pensar solamente en concreto, no siga leyendo, porque al hablar de filosofía estamos apostando al cuestionamiento, a la incomodidad, a ver más allá de las cosas, a ser capaces de imaginar, de aprender a vivir sin garantías y emprender el desafío de permanecer en la incertidumbre.
Lamentablemente la filosofía no se enseña en todas las escuelas, porque debería ser una materia obligatoria desde primer grado del colegio primario.
Porque la filosofía es el arte de aprender a pensar por si mismo, es la posibilidad de entender más la realidad sin aceptar las definiciones que conoce la mayoría con palabras que han perdido todo su significado.
La filosofía les da la oportunidad a los individuos de elegir una manera de pensar para vivir y orientar sus vidas y lo liberan de los mitos de la superstición y de lo que recibieron por tradición.
Una vez que estemos de vuelta de nuestro recorrido por nuestra interioridad, podremos ver cómo coincide nuestro pensamiento con el de muchos maestros que han dejado una huella profunda en la historia de la filosofía y regocijarnos con sus palabras, o sea la forma más perfecta de decir las cosas que todos tienen grabadas en el inconsciente colectivo.
En esta época tan materialista, donde predominan las sensaciones que no dejan lugar para lo abstracto, el hombre parecería haber perdido la capacidad de símbolo. Las cosas que pasan terminan en ellas mismas y no hay capacidad para ver más allá de ellas.
Los sucesos se agotan en si mismos, no nos dicen más nada, no enseñan, no representan otra cosa más que el fenómeno mismo dentro de un espacio tiempo.
La filosofía piensa en la vida y todo lo que ella representa, reflexiona sobre la realidad, como el amor, la política, la moral, la verdad, la justicia, la razón, la existencia, los valores, la conducta, la educación y todo lo que incluye la vida.
Los temas de la filosofía son inagotables, como es también inagotable la imaginación del hombre.
Vivir es tener conciencia de uno mismo y sentir que formamos parte de un todo.
El objetivo de la filosofía es encontrar una respuesta a lo que no tiene explicación, por medio de la razón o de la intuición.
No hay respuestas objetivas, sino subjetivas a la luz de la razón; y esas respuestas son las que le dan el sentido a la vida y las que marcan el destino.
¿Quién soy? ¿Dónde estoy? Y ¿Hacia dónde voy?
Soy un ser pensante, porque pienso luego existo; o soy un ser que primero existe y luego Es. Soy quien elijo Ser. Soy una tabla rasa y luego soy lo que tengo oportunidad de aprender, o soy un ser preprogramado que tiene la capacidad de aprender. Yo soy mi voluntad. Mi tragedia es tener que elegirme en cada momento de mi existencia.
El mundo es finito, o infinito. Es un pensamiento. Es una pasión inútil. Es una elusión, un sueño del que despertaré a una realidad eterna.
Existe el progreso y la evolución, la ciencia podrá conocer la mente de Dios.
Somos criaturas creadas por una computadora cósmica que viven una realidad virtual.
Cualquier cosmovisión es posible siempre que tenga lógica y se pueda fundamentar teóricamente.
Arriesguémonos a buscar respuestas y comencemos a ver más allá de los sucesos.