El Poder del Dinero
Según el informe Top 100: sobre el surgimiento del poder corporativo global; en la actualidad, más del cincuenta por ciento de las cien mayores economías del mundo son multinacionales y el resto pertenece a países.
A través de la historia de la humanidad, las grandes fortunas que poseían los señores feudales y las grandes monarquías europeas, fueron cambiando de manos; y el mercado fue el factor que hizo que perdieran sus patrimonios y hoy sean otros los mecanismos dominantes.
La modernidad modificó el reparto del poder y el lugar que ocupaba la nobleza por la magnitud de su fortuna se lo cedió a los administradores y a los políticos, ni bien el mercado se convirtió en el factor que fijaba las pautas en una sociedad completamente diferente, que comenzaba a tener en cuenta los derechos de todos los seres humanos.
A comienzos de la edad moderna, se abrieron paso tres nuevas instituciones: la ciencia moderna, la economía de mercado y el estado-nación.
El mundo se hacía cada vez más grande pero a la vez más interconectado, facilitando el intercambio cultural y comercial entre países y aún entre continentes.
El fenómeno que sorprendía era que el mundo seguía la ruta del dinero en lugar de servir para abrir el camino a la inversión de dinero.
Las distintas monarquías europeas demostraron ser pésimas administradoras, mientras los gobiernos que contaban con ministros con capacidad gestora se destacaban.
Las monarquías se caracterizaron por la posesión de vastos dominios que fueron durante un tiempo su principal fuente de recursos, pero no siempre fueron bien administrados.
Algunas casas reales, a fines del siglo XVIII, habían perdido casi toda su autonomía económica y pasaron a depender del Parlamento.
La independencia de los Estados Unidos, en 1776, y la Revolución francesa, en 1789, cambió la forma de tratar a los súbditos que en ese momento comenzaron a ser tratados con mayor consideración.
La inmensa oleada de inmigrantes que desembarcó en los Estados Unidos, fue la más numerosa que se registró en la historia. Personas que soñaban con un destino mejor, después de una larga historia en una organización social que no les brindaba ninguna oportunidad a los pobres, cruzaron el océano con la esperanza de cambiar sus vidas.
Mientras tanto, los imperios europeos más extensos cayeron en decadencia; porque los ataques, las guerras y la mala administración, los fueron desgastando en pocas décadas.
Actualmente, el dinero es el que marca la tendencia de la economía, un símbolo que representa el poder y que no tiene ideología, nacionalidad ni sentimientos, sólo el deseo de multiplicarse y adquirir más poder.
Todos los años, la revista Forbes, publica la lista de las mayores fortunas del mundo.
Carlos Slim, magnate mexicano, ocupa desde hace tres años el primer lugar, con una fortuna aproximada de 69.000 millones de dólares; le siguen Bill Gates, Warren Buffet, Bernard Arnault y Amancio Ortega; quienes completan el plantel de los cinco hombres más acaudalados del planeta.
En la lista de los diez más ricos, figura también Li Ka-shing, de Hong Kong, que es el hombre más rico de Asia.
Hoy en día, los vaivenes de la bolsa de New York, que es el mayor mercado de capitales del mundo, afectan a todas las economías del mundo; y a pesar de los esfuerzos del poder político para mantener el equilibrio, el poder del dinero los desborda.
El dinero ha adquirido personalidad propia y se rige por sus propias leyes, las cuales se han vuelto ingobernables.
Fuente: “Muy interesante”; 05/2009; “De Reyes a Banqueros”; Vicente Fernández de Bobadilla.