El poder
El poder es aquello por lo que se han iniciado múltiples guerras, quizás todas, se han acabado infinidad de amistades y millones de personas a lo largo de la historia han traicionado a sus amigos y familiares. En cualquier de sus formas (dinero, prestigio, etc.) el poder es una de las metas del ser humano. Algo que a nivel político se ve mucho más claramente, sobre todo porque los gobiernos son la parte más visible de la sociedad, así que sus prácticas están más a la vista de todos.
Sin embargo, a pesar de ser algo aparentemente tan conocido por nosotros, en múltiples ocasiones lo perdemos de vista, dejamos de ver a los poderosos (los que ostentan el poder) escondidos bajo disfraces que nos confunden. Por eso vamos a intentar, en la medida de lo posible, destaparlos. O cuando menos dar las herramientas teóricas para lograrlo.
1. El que ordena.
El poder más visible es el de aquellos que tienen la capacidad de ordenar a otros para que cumplan sus deseos. En el ámbito de una votación, por ejemplo, los poderosos serían los que ordenan la orientación del voto, los que pueden hacer que se vote afirmativamente a su propuesta, o negativamente a alguna que no sea de su agrado.
Este es el tipo de poder más reconocible, pero, ¿es el único? Tal vez piensen que sí, pero nada más lejos de la realidad. Como asegura Steven Lukes en El Poder. Un enfoque radical, podemos distinguir dos clases más.
2. El que decide qué se vota.
Siguiendo el ejemplo anterior, existe un nivel previo respecto a la votación, ya que siempre se estará votando sobre algo. Si una persona tiene la capacidad de decidir los temas que se van a votar, excluyendo los que le pueden perjudicar y solo aceptando la votación de aquellos que saldrán adelante o le favorecerán, no necesitará decir a nadie qué debe votar. Es una especie de poder en la sombra, que ejerce su fuerza subrepticiamente, por lo que es más difícil de distinguir. Es habitual no reconocerlo, pasando desapercibido. Aún así, un ojo atento puede desenmascararlo.
3. El poder invisible.
Sin duda alguna, esta clase de poder es el más enigmático, el más difícil de descubrir e, incluso, imposible de hacerlo, por lo menos en muchos casos. Se trata de aquél que surge cuando los intereses del poderoso son satisfechos sin que éste tenga que hacer nada. Cuando son los demás los que actúan motu proprio. ¿Cómo saber en estos casos que se actúa libremente o bajo el influjo de una convención social sustentada y desarrollada por los poderosos para su propio beneficio? Desgraciadamente, no se puede, o por lo menos no en todos los casos.
Un ejemplo paradigmático de este caso son las mujeres que portan voluntariamente el velo. ¿Realmente es su deseo o su actitud es fruto de una alienación social constante que han vivido desde su nacimiento?
A pesar de los problemas de reconocer los diversos tipos de poder, habremos dado un paso importante si conocemos su existencia y en qué consisten. Es un sano ejercicio ante una noticia cualquiera o la actitud de una persona tratar de distinguir sus motivos. Como simple juego.
Imagen: elmendolotudo.com.ar