Jesucristo

La vida de Cristo es un símbolo, semejante a múltiples figuras de distintas culturas de la antigüedad, que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.

Se puede conocer a Jesús histórico por medio de la fe, como lo describe el Nuevo Testamento de la Biblia y también a través de otros autores no cristianos que vivieron en esa época, uno de ellos el historiador judío Flavio Josefo (38-101 d. de C.), quien lo menciona como el fundador de una secta, en su obra “Antigüedades judías”; y también, el historiador romano Cornelio Tacito (55-120 d. de C.) que cita en su obra la ejecución de Cristo en la época de Tiberio.

La mayoría de los estudios académicos aceptan la existencia de Jesús histórico como un predicador judío.

Jesús aparece en el Coran, libro sagrado del Islam, más de cien veces, con el nombre de Issa; donde también se menciona su madre María.

Se atribuye al papa Liberio I, (352-366 d. de C.), el haber fijado el 25 de diciembre como la fecha de su nacimiento, que coincide con la mayoría de las fechas sagradas de los pueblos antiguos que marca también el solsticio de invierno. Pero se supone que una fecha más precisa de su nacimiento fue alrededor del año cuatro antes de nuestra era.

La festividad judía se festeja en la misma fecha pero ellos conmemoran la liberación y el éxodo judío de Egipto y no el nacimiento de Cristo.

Jesús sin duda ha sido un personaje histórico, cuya historia se extendió por todo el mundo y se ha mantenido vigente durante más de dos mil años.

Las principales fuentes de la vida de Jesús se encuentran en los escritos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que fueron discípulos de Jesús.

La concepción de Jesús, al igual que la de otros profetas de otras religiones, fue milagrosa, o sea hijo de una virgen; y tanto sus amigos como sus enemigos que vivieron en esa época, así como los testimonios de toda la tradición evangélica, creían que era capaz de hacer milagros.

Jesús era de ascendencia judía y había nacido en Galilea. Su presencia generó oposiciones tenaces y reacciones violentas que posteriormente provocaron su condena y crucifixión.

Murió en la cruz para cumplir su función redentora y fue el cordero de Dios que vino a salvar al hombre de sus pecados y darle la vida eterna.

El teólogo, filósofo y estudioso de la Biblia, de origen italiano, Giuseppe Barbaglio (1934-2007), investigó la figura de Jesús basándose en fuentes cristianas y en Pablo de Tarso, que hace una reconstrucción seria a partir de distintas hipótesis bien probadas.

Señala que su muerte en la cruz es el dato más cierto, así como su condena por parte del prefecto romano de aquellos tiempos Pontio Pilato.

Esto lo afirman también las cartas de Pablo, los Evangelios canónicos y apócrifos, el mundo judío, e historiadores paganos como Tacito.

La fecha de su ejecución también parece cierta, con un margen de error aproximado de diez años.

Barbaglio afirma su convicción de que Jesús fue un maestro de sabiduría que podía ver la realidad tal cual es, y que enseñaba a vivir de acuerdo a nuevas leyes revolucionarias para su tiempo.

Jesús es la figura central de las religiones cristianas y es considerado por el Islam uno de los principales profetas, pero sin carácter divino.

Cierto sector del judaísmo sostiene que Jesús traicionó a la religión judía, pero otros lo consideran un maestro que dio al mundo un mensaje relevante para esa época.

Para las religiones cristianas, Jesús es el hijo de Dios, encarnación de Dios mismo, ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La Trinidad es un concepto central en la creencia del cristianismo católico, del ortodoxo y de la mayoría protestante; y que constituye uno de sus misterios.

Jesús sigue siendo una figura que continúa conmoviendo a la mayoría de la gente de este mundo, por lo que representa, por sus enseñanzas morales y por predicar el amor al prójimo como primer mandamiento.

Jesús universalizó al Judaísmo así como Buda lo hizo con el Hinduismo, ambas religiones étnicas.