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Filosofía del Alma

Publicado por Malena

El alma tiene varios significados según el momento histórico y la cosmovisión de los pensadores.

En la antigüedad, en Occidente, desde el punto de vista popular, el alma representaba lo que permanece después de la muerte; pero también se consideraba como el principio de la vida, el aliento.

Los fílósofos también se sintieron influenciados por estas representaciones. En el “Fedón”, Platón dividió al hombre en cuerpo y alma; el cuerpo finito y material y el alma inmortal. El alma añora su origen divino y aspira a liberarse del cuerpo para regresar al mundo inteligible de las ideas.

La teoría del alma pura es el fundamento del pensamiento de Platón sobre el conocimiento verdadero y esto a la vez es la prueba de la existencia del alma.

El alma recuerda en el mundo sensible las ideas que contempló en el mundo inteligible; pero el dualismo de Platón planteó el problema de la conexión entre el cuerpo y el alma.

Para resolver esta dificultad Platón distinguió tres funciones del alma: la parte de los sentidos y de los deseos, el aspecto de los valores y el de la razón.

Sin embargo, esta distinción no soluciona el problema de la relación entre las distintas funciones del alma, aunque considere que existe entre ellas una relación de subordinación, o sea que las partes inferiores, como el apetito y el valor deben estar guiados por la razón.

Del comportamiento del hombre en la vida dependerá la inmortalidad del alma si permanece pura, o no.

Para Plotino el alma es la forma del cuerpo, pero separada de él y que se compone de dos partes: la que está separada y la que forma el cuerpo; y hasta se puede considerar una parte mediadora entre las otras dos.

Plotino se interesa principalmente por la parte del alma que no sufre alteración alguna, que es la superior e inteligible.

El alma se separa cuando se inclina hacia lo sensible y en cambio se unifica cuando se orienta hacia lo inteligible hasta adquirir un nivel divino.

Aristóteles tiene, en parte, un punto de vista biológico del alma y dice que en cierto sentido es el principio de la vida animal, en tanto se puede mover por sí misma, aunque ser principio de movimiento no signifique para este filósofo ser movimiento.

El cuerpo no es el alma porque es una substancia, el cuerpo es material y el alma es su forma.

Esto no quiere decir que sean entidades separadas sino que alma y cuerpo se relacionan como potencia y acto.

El alma es lo esencial del cuerpo, es su forma, su causa o fuente.

Los distintos tipos de alma, vegetativa, animal, humana, son distintas funciones con un modo diferente de operar.

En el caso del alma humana, el modo de operar principal es el racional, que es lo que la distingue.

El alma humana realiza otras operaciones como la nutritiva, la sensitiva y la imaginativa.

A través de las operaciones del alma sensible y pensante refleja todas las cosas, o sea que el alma, en cierto modo es todas las cosas.

Para Aristóteles no hay una unidad del entendimiento, sino almas pensantes individuales, pero para Averroes, por ejemplo, todas las operaciones racionales son iguales en todas las almas que tienen la facultad de pensar, es decir que sostiene la doctrina de la unidad del intelecto que acentúa la racionalidad y la espiritualidad en detrimento de la individualidad.

Casi todos los filósofos posteriores a Aristóteles, como los estoicos, los neoplatónicos y los cristianos se ocuparon de las cuestiones relativas a la existencia del alma, pero la definieron de distinta forma.

Para los epicúreos y en parte los estoicos, el alma , de algún modo, es una realidad material pero más sutil.

Otros filósofos siguieron el concepto de Aristóteles: la realidad del alma como forma o principio de lo viviente; mientras continuaron la filosofía platónica destacando la naturaleza espiritual e inteligible del alma.

San Agustín le adjudicó al alma un carácter pensante que no es pura razón sino una intimidad personal; y Descartes retoma la tradición de San Agustín.

Malebranche posteriormente sostiene que el alma aprehende directamente a Dios y al mundo a través de Él.

Fuente: “Diccionario de Filosofía Abreviado, José Ferrater Mora,